Hay que darle las gracias a la Pachamama

Calor, humedad, lluvia, más calor y más humedad en este ¿otoño? que se parece mucho al verano más largo de la historia.

Sobran elementos climáticos como para sacar de las casillas hasta al mismísimo Mahatma Gandhi, pero ojo al piojo, antes de reaccionar, píenselo dos veces, o mejor dicho tres. Vaya por la positiva: la canícula se arregla con una “birrita” bien fresca, musculosa, pantuflas y reposera en el balcón. Eso si, con la tele apagada. No vaya a permitir que la realidad lo atropelle como un tren.

Mucho, pero mucho peor estaría si tuviera que estar encerrado, con frío y sobre todo, con la calefacción prendida y gastando gas. Gastando gas, ¿entiende?

Madre naturaleza, tan castigada y vilipendiada, nos está tirando un centro al punto del penal para bajarla de pechito y salir gritando el gol, incluso, antes de escuchar el glorioso “chasss” de la pelota contra la red. Es decir, nosotros, vosotros y ellos, gracias al calor, estamos ahorrando. Que no se le olvide, por favor: a-ho-rran-do.

Abra su mente de una buena vez y reconozca, finalmente, que hoy por hoy, estamos como queremos. Casi un viva la Pepa.

No caiga en esa falacia golpista de los que repiten: “Lo más lindo que tiene esto, es lo feo que se está poniendo”. Nada que ver. Si tenemos de aliada a la Pachamama, nada malo puede ocurrir.

Eso si, no se engolosine con tantas buenas noticias y sea previsor. La fortuna que hoy se está ahorrando en gas no la queme tirando manteca al techo prendiendo el aire acondicionado. Ojo, que con la luz no le va a ir mucho mejor. Y cuando llegue el frío (y la boletas) va a tener que salir en procesión a rogarle de rodillas hasta al Gauchito Gil para poder pagar lo que le dicen que está debiendo. Recuerde que esta semana los muchachos de Cambiemos se pusieron de acuerdo porque ya se palpitaban que el horno (en este caso a leña) no estaba para bollos y encontraron la fórmula salvadora: la tarifa no te la bajamos, pero te damos tres cuotas a pagar en el verano; eso si, aplicándote un lógico interés sobre la deuda. ¿No es una maravilla?

Claro, nadie en su sano juicio puede discutir que lo que se pagaba hasta hace un año era poco menos que una “jodita de Tinelli”. Pero tampoco deja de ser cierto que si esto que hoy sufrimos es el famoso “gradualismo”, ni pensemos en lo que hubiese sido el tratamiento de “shock”.

Hoy es domingo y dicen que habrá sol. Tire un vacío en la parrilla y disfrute de las cosas simples, esas que todavía son gratis y hágale un guiño a la felicidad aunque esa ladina, a veces, se empecine con ponerse a tono con los tiempos y también prometa llegar en cuotas.