Golpeó a una kiosquera por 2 pesos y se disculpó diciendo “tengo problemas”

Lo contó la víctima, de 20 años, quien después del incidente fue a la casa del agresor para reclamar una explicación. Hizo la denuncia

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Después del viernes de furia que padeció a manos de un cliente que la atacó a golpes porque no quiso recibirle un billete de 2 pesos, una joven kiosquera de 20 años regresó ayer al local de 22 y 60 dolorida y con miedo, por lo que decidió que lo más prudente era atender con la puerta cerrada.

La víctima intentó hacer la denuncia en la comisaría de la Mujer, pero no se la tomaron porque “no tengo ningún vínculo con este hombre”, explicó, por lo que terminó radicándola en la seccional Quinta.

El acusado, de unos 50 años, vive a metros de donde ocurrió el brutal incidente, aunque ésa era la primera vez que iba al negocio.

Como reflejó este diario en su edición anterior, el caso ocurrió el viernes al mediodía, cuando al frente del kiosco estaba la hija de la dueña, Natalia Toledo (20).

“Pidió un atado de 10 cigarrillos de Marlboro”, recordó ayer la chica en una charla con EL DIA, “y para pagar los 37 pesos que valen, abonó con cambio”.

Entre esos billetes estaba el de 2 pesos, que disparó la violenta secuencia que duró unos cinco minutos (según calculó la protagonista) y se viralizó al quedar registrada por las cámaras del comercio.

Fue después de que la joven se negó a aceptar el billete de color azul y hasta le mostró un cartel que colocaron días atrás en un lugar visible para advertir que ya no los recibían porque saldrán de circulación el próximo 27. Lejos de entender razones, el cliente “se enfureció. Le ofrecí devolverle el dinero para que comprara los cigarrillos en otro kiosco, pero no quiso. Hizo un gesto de bronca y me tiró el atado en la cara, mientras me insultaba”, relató Natalia.

Después de que la joven le dijo “si querés pegarme, hacelo”, el sujeto arremetió contra ella: “Me apretó fuerte del cuello y lo sujeté de la chomba -contó -; forcejeamos y me pegó la cabeza contra un estante. Para defenderme, le di una patada en los testículos. El me agarró de los pelos y me pegó una piña”.

Natalia devolvió el golpe y manoteó una botella vacía de cerveza, lo que asustó al hombre: “Sin soltarme de los pelos me arrastró por el piso y encaró para salir a la calle”. El episodio no terminó con la fuga.

Sin dejar de pedir ayuda, la chica lo corrió hasta la esquina, donde lo perdió de vista. Sin embargo, un vecino que escuchó los gritos lo persiguió hasta la casa. Con ese dato, Natalia fue al lugar con su madre y su hermano, para pedir explicaciones.

Después de tocar timbre con insistencia, el sujeto “se asomó, sin salir a la calle. Pidió disculpas y dijo que tenía muchos problemas”. Más allá de estas palabras, Natalia consideró que no fue un pedido de disculpas sincero, ni dirigido a ella.

Según reveló, la escena que no dejó de circular por las redes sociales y los portales de noticias, dejó secuelas en su cuerpo y en su estado de ánimo. Por las primeras, recibió asistencia médica.

Por las otras, ayer prefirió atender con las puertas cerradas.

La joven dijo que se hizo atender por los golpes: “Tengo un chichón en la cabeza y moretones”

 

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