Y después del FMI, ¿qué?

La decisión de acudir al Fondo para enfrentar la corrida del dólar genera críticos y defensores. Se argumenta que se obtendrá dinero más barato

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La decisión de la administración de Cambiemos de acudir al Fondo Monetario Internacional se ha convertido en la medida más impactante desde el inicio de su gestión, en especial por su indudable impacto político y económico, que por ahora resultará muy difícil de medir, en la medida en que no se conocen los términos del “stand by” que se negocia con el organismo internacional.

Las siglas FMI generan una especial reacción en la Argentina, porque está indisolublemente ligada a algunas crisis recurrentes de la economía nacional y también a un creciente período de endeudamiento externo que es una de las constantes generadoras de esas crisis en el país.

Además, también la presencia de figuras destacadas del organismo para monitorear las cuentas públicas en el país está asociada a períodos de ajuste de la economía, generalmente vinculada a la caída de la actividad económica y de menores ingresos para amplios sectores de la población.

Sin embargo en esta oportunidad desde el Gobierno se insisten en que el acuerdo no será igual a los tradicionales préstamos tan mal vistos por la población argentina.

El Fondo Monetario Internacional, es una organización global de 189 países creada en los años 50 para promover “la estabilidad financiera y la cooperación monetaria internacional”.

Macri, anunció que su gobierno volverá a pedir la asistencia con el organismo para que obtener una línea de apoyo financiero.

Lo cierto es que hasta ahora se conoce muy poco acerca de la modalidad de la nueva asistencia crediticia.

Apenas que se trata de un “stand by” es decir un préstamo que permite al organismo “respaldar” las políticas que “ayuden a salir de las crisis” a los países que lo soliciten por un período de entre 12 y 24 meses, es decir hasta la fecha en que Macri debería entregar el gobierno a su sucesor o bien iniciar su segundo mandato.

De cuerdo al propio FMI todos los países miembro son elegibles para acceder a este tipo de asistencia, en caso que enfrenten necesidades de financiamiento externo

RÁPIDA ASISTENCIA

El stand-by permite al FMI responder rápidamente a las necesidades de financiamiento externo de los países, y respaldar políticas que los ayuden a salir de las crisis y respecto del reembolso y se realizan por tramos luego de una revisión generalmente trimestral que se concreta en la medida que se cumplan las metas acordadas en una “carta de intención”, una especie de contrato entre los países y el organismo. En general estos fondos se utilizan para cubrir los vencimientos de obligaciones ya contaídos

Lo cierto es que desde el Gobierno se argumenta que en esta ocasión la nueva asistencia del Fondo será distinta a la de otras. Y también que en gran medida buena parte de los programas de ajuste están en pleno desarrollo.

En efecto durante el año 2017 hubo un sobrecumplimiento de la meta, registrando el déficit primario un ratio del 3,8% del PBI, en lugar del 4,2% pautado originalmente.

Y para este año el mismo Gobierno anunció que rebajará sus metas de déficit primario, pasando del previsto 3,2 % al 2,7 %.

Sin embargo, algunas versiones insistentes señalan que el Fondo demandaría una reducción del déficit total, no sólo del primario (o sea que incluiría en total los intereses de la deuda) del 1 por ciento por año. Aunque este programa de drástico ajuste sería aplicable a partir del año próximo.

Lo cierto es que por ahora es difícil saber cuáles serán las demandas del Fondo, en la que se ha convertido en la única opción a mano del Gobierno para hacer frente a la corrida hacia el dólar.

 

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