Una zona que es escenario repetido de delitos y vandalismo de madrugada

El sector elegido por los delincuentes fue variando con el tiempo.

En principio, los blancos eran comercios ubicados en las cercanías de la Casa de Gobierno.

Se movían de 50 a 56 y de 4 a 6, causando destrozos y robando.

Luego se “corrieron” hacia 8, de 50 a 46 y calles aledañas, con la misma modalidad, hasta llegar a abarcar una amplia zona entre parques y avenidas, que va de plaza Rocha a plaza Italia y desde 1 a 13.

En febrero de este año hubo una serie de ataques, siempre durante la madrugada, en locales de diversos rubros e incluso en el teatro Podestá, donde quisieron ingresar a las patadas pero fueron repelidos por la custodia.

En aquella oportunidad, los robos y estragos se dieron en la sede del banco HSBC en 47 entre 7 y 8 y otra del Santander en diagonal 74 y 47, una pinturería en 13 y 36, una casa de artículos de ortopedia situada en 7 entre 41 y 42, una zapatería de 13 entre 38 y 39, por mencionar algunos.

En tanto, en marzo la calle 12 se convirtió en “tiro al pichón”, al decir de los comerciantes, cuando se cometieron al menos seis casos de vandalismo.

Desde 60 hasta 48, un grupo de menores rompió vidrieras y hasta golpearon a un joven de 25 años.

Los casos, sin embargo, no se circunscriben únicamente a las áreas céntricas de la Ciudad.

Por ejemplo, en Ensenada dos nenes de 8 y 12 años de edad robaron una camioneta.

Ese mes, una sucursal de la confitería “Monserrat”, de 6 y 56, tres parejas de adolescentes, que no superaban los 14 años, cometieron un asalto armado por la tarde, cuando el local se encontraba repleto de clientes.

Antes, habían concretado un atraco en una pizzería de 11 y 50.