Hay alerta en la periferia y los campos por el robo y la faena clandestina de caballos

Propietarios de chacras y quintas denuncian que en las últimas semanas se robaron unos 20 animales en la zona oeste y sur

Edición Impresa

Para el mercado negro o para “el tacho”. Sin distinciones de uso y cuidado, caballos pura sangre que son protegidos como mascotas, empleados en labores terapéuticas o para uso recreativo familiar, van a parar al mercado negro o directamente a la faena en frigoríficos e incluso carnicerías de la periferia de la Ciudad, en medio de cortes de carnes de vaca.

Así lo denuncian propietarios de animales criados en chacras situadas en zonas rurales del distrito, especialmente de Los Hornos y Arana, quienes están en alerta por una sucesión de robos de animales desde hace meses, que se habría recalentado en las últimas semanas.

“Realmente la estamos pasando mal con el cuatrerismo. En lo personal, van cuatro caballos que me roban. Primero fue el 19 de noviembre. Se llevaron dos. Entonces, hice la denuncia ante una Fiscalía y después se llevaron otro dos. Eran caballos de carrera pura sangre que hasta tienen un chip con una serie datos sobre el ejemplar”, contó Hugo Reguera, propietario de una chacra en Arana.

Los propietarios de parcelas que funcionan como vivienda permanente o casa de fin de semana en amplios predios de 3, 6 o 10 hectáreas, creen que hay una banda involucrada en los robos y que maneja dos vectores de comercialización clandestina. “A uno le queda encontrar el caballo en un desfile, por ejemplo, porque al ser un buen ejemplar lo venden para montar. Si no, van a parar a un frigorífico en lo que se define como ´el tacho´ que es la faena para animales viejos o lastimados”, apuntó Reguera.

La escena no se da en establecimientos dedicados a la actividad ganadera, de grandes superficies, pero la zona comparte rasgos de ese tipo que la hacen vulnerable a este delitos. Alcanza con cortar una malla o una línea de alambre y tomar con una soga a un animal, para cargarlo a un vehículo y llevárselo. Aunque tengan chip o papeles, a los animales sin marca a fuego de una cabaña resulta más difícil ubicarlos, según explicaron en la zona. En la zona los tienen para uso recreativo familiar, los compara una vez retirados de la actividad hípica y también hay emprendimientos comerciales vinculados a la cría e incluso al adiestramiento para la equinoterapia.

A Martín Braunstein, productor agropecuario de Los Hornos, el 27 de abril le robaron a “Becky”, una yegua pura sangre de carrera de 10 años. “En su momento la rescaté del abandono y maltrato y la compré con papeles. Abrieron mi tranquera, cortaron el alambrado y la llevaron a la madrugada”.

En medio del dolor por la pérdida, los vecinos se quejan por la falta de prevención e incluso las dificultades para denunciar. “Por un cambio de sistema que hubo, mi mujer estuvo cinco horas y media en la comisaría de Los Hornos para hacer la denuncia. Eso desaliente”. Por su parte, Reguera dijo que “del segundo robo no hice denuncia porque no pasa nada y da bronca porque se meten a tu casa y se llevan algo importante. En mi caso, fue un caballo que tuve 18 años”. Según indicó, el cuatrerismo empezó hace poco: “hace 12 años que vivo en la zona y me tocó a fines del año pasado. Es doloroso porque uno se encariña con los animales”.

Braunstein detalló que en los últimos meses llevan registrados varios casos de abigeato: “somos por lo menos 5 personas afectadas. El jueves fueron tres caballos; uno en 84 y 115, otro en 74 y 155 y otro más en 89 y 153. En 90 y 139 también se llevaron uno o dos. El 3 de mayo robaron cinco en 23 y 612. En 600 y 137 robaron un caballo valioso en la puerta de una casa. Hay cerca de 20 caballos robados en total en el último mes”, indicó. Los vecinos creen que están los mismos ladrones detrás de los hechos. Braunstein dijo que “hay una organización muy aceitada. De madrugada, los cargan en camionetas similares a las de mudanzas”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE