El temporal volvió a dejar bajo el agua al Cementerio y a desnudar falencias
Edición Impresa | 2 de Mayo de 2018 | 03:05

Veredas intransitables, senderos embarrados, placas recordatorias, lápidas, cruces y monumentos funerarios emergiendo a duras penas del fondo de verdaderas lagunas, fueron el saldo que la tormenta dejó en el Cementerio local. El predio municipal de 31 y 72 mostró en buena parte de sus más de veinte hectáreas señales de deterioro y falencias en su infraestructura hidráulica, a pesar de los anuncios oficiales que aluden al desarrollo de un “plan de mejoramiento permanente”.
La situación también se vivió en las inmediaciones del predio, enclavado en una zona crítica por la cercana presencia del arroyo Regimiento -parcialmente entubado-, y por la paulatina densificación habitacional de antiguos descampados en cotas bajas.
En un fin de semana largo que se caracterizó por un clima impiadoso, con chaparrones violentos, granizo y lloviznas a lo largo de sus cuatro jornadas, los momento de mayor preocupación se dieron el sábado, cuando la acumulación de agua en numerosas esquinas puso en guardia a los vecinos.
Fue el caso de 135 entre 74 y 76, donde los reclamos por saneamiento hidráulico se remontan a varios años. Pero en la mayor parte del perímetro del Cementerio hubo que lidiar con el problemas, y advertir a autos y colectivos que bajaran la marcha para no provocar olas que llegaran hasta las puertas de los domicilios.
En el interior del predio municipal, los charcos hicieron imposible acceder a muchos sectores. Apenas parecía mejorar el drenaje, una nueva precipitación volvía todo a cero. En este contexto, el personal de mantenimiento e incluso las autoridades se involucraron personalmente para abrir y destapar zanjas y canaletas.
El comportamiento de los desagües pluviales del lugar resultó llamativo, ya que meses atrás, cuando se remodeló y repavimentó la avenida 72 entre 131 y 137 -por partida doble, ya que la primera vez se detectaron graves defectos en la ejecución de los trabajos-, se informó que en ese tramo vecino de la cara noroeste del Cementerio se ejecutarían “cordones cunetas para el escurrimiento del agua”, y “nuevos sumideros”.
Además, se hizo hincapié en que “se terminó con un conducto obturado que cruzaba el Cementerio a la altura de calle 135, y se realizó la reconstrucción de un conducto pluvial entre las calles 71 y 72. La mayoría de los desagües de la zona van hacia el cauce del arroyo Regimiento, entubado a partir de 137 y 70 en su curso inferior hacia el casco urbano platense.
MAL, PERO MEJORANDO
Si bien admiten que “en el plano de la infraestructura el predio se halla deteriorado, producto de más de 20 años de abandono y de falta de obras estructurales y mantenimiento”, en la Comuna subrayan que “desde el 2015 venimos trabajando en un plan integral de mejoras” que no sólo comprende las intervenciones hidráulicas mencionadas, sino “la reparación de todas las veredas; el reemplazo de las columnas de alumbrado y la colocación de nuevas luminarias; la construcción de un nuevo osario; la puesta en valor de los portones de acceso y la refacción de los sanitarios, en el marco de una recuperación global y duradera”.
Este programa, se aseguró, será financiado con el dinero que recauda el propio cementerio por sus prestaciones.
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