Pelusa sigue entrenando pero su viaje a Brasil se demoraría al menos otros dos meses

Todavía falta que llegue el contenedor que la transportará y que en el vecino país autoricen el ingreso de la elefanta

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Ya está habilitado el santuario brasileño que será (de salir todo como está previsto) el nuevo hogar de Pelusa; también aprobaron las autoridades de Mato Grosso (el estado donde se sitúa el gran albergue de elefantes) el ambiente en el que vivirá el emblemático ejemplar del Zoológico platense una vez que abandone el predio del Bosque. Sólo falta que llegue el contenedor que la transportará, que se realice el trabajo de adaptación necesario para que el animal pueda viajar en dicha caja, y que Brasil autorice su ingreso al país. Estiman en la Comuna que esa serie de trámites y pasos no demorará más de dos meses, y entonces el más querido huésped del Zoo local recuperará la calidad de vida perdida en los últimos años.

En tanto, una especialista estadounidense prepara a Pelusa para el viaje. Zussane Garret, asesora en un santuario de animales de Tennessee, llegó la Ciudad junto a otras dos expertas hace un poco más de una semana. El equipo visitó el Zoo para evaluar el estado de la elefanta y la experta norteamericana se quedó en la Ciudad para seguir de cerca la evolución del animal. “Va a esperar que llegue la caja que envía el santuario de Brasil para trabajar en la adaptación de Pelusa para el viaje y mientras tanto asesora en su alimentación y su estimulación psíquica”, señaló el subsecretario de Gestión Ambiental del Municipio, Germán Larrán.

El funcionario destacó que mientras se aguardan la llegada a la Ciudad del container que trasladará al ejemplar y el permiso brasilero para importarlo al país vecino, se apunta a mantener el mejor estado posible al animal. “En este camino tratamos que Pelusa mejore. Es un animal longevo, con `pododermatitis´, una enfermedad que le afecta las patas traseras y le dificulta caminar, y un descenso en el peso. Hacemos todo lo necesario para minimizar al máximo los riesgos”, dijo el funcionario, que calculó en “un año y medio” el tiempo que se lleva en el Zoológico desde que se decidió mudar a Pelusa al predio de Brasil donde vivirá en libertad.

El contenedor que trasladará a Pelusa es una gran caja, con ventanas y un sistema de suspensores para que la elefanta pueda estar suelta sin correr riesgos. Se busca que el viaje sea lo menos estresante posible y de ahí que el lugar donde pasará largas horas recorriendo miles de kilómetros debe brindarle el mejor confort. Cuando ese transporte llegue a La Plata (lo envía el santuario que alojará al animal) Garret deberá trabajar en la adaptación del paquidermo al container.

Con un traslado que está “protocolarizado”, Pelusa tendrá, durante el viaje que realice a Cuiabá, Brasil, todo un plantel de especialistas dedicados a su atención. La llevará, en rigor, un equipo de expertos del santuario brasileño que vendrá a la Ciudad a buscarla.

Es que un viaje de estas características tiene todo el programa de traslado pautado. Se aseguró oportunamente que el grupo de especialista que transportará a Pelusa realizó más de 50 viajes de esa naturaleza.

 

 

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