De los “políticos empresarios” al aborto y la grieta, el crítico Tedeum de Aguer por el 25

Habló de falta de vocación política y dijo que el pueblo argentino “confunde memoria con rencor y justicia con venganza”

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Con su habitual tono crítico, monseñor Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, celebró ayer el Tedeum por el 208 aniversario de la Revolución de Mayo e hizo mención a la corrupción de los políticos, a los malos hábitos de los argentinos que “copian lo peor de otros”, al aborto, a la grieta y a los políticos empresarios que “enfocan a la polis como si fuera una empresa y su acción es con miras al lucro”. La gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal, junto al intendente Julio Garro participaron del que tal vez sea el último Tedeum del obispo.

En una Catedral que vistió con enormes banderas argentinas los colores patrios, hubo controles de seguridad y pocos asistentes, en su mayoría políticos, miembros del gabinete provincial, asesores y legisladores provinciales, autoridades eclesiásticas y de las fuerzas de seguridad.

Aguer, en lo que se cree puede ser una de las últimas actividades como Arzobispo, ya que presentó su renuncia al Papa al cumplir 75 años, reconoció con énfasis a los “vecinos distinguidos” de aquella Buenos Aires de 50 mil almas que en su mayoría votó en 1810 por la cesación del virrey Cisneros en su cargo.

Aludió a frases que trascendieron a través del tiempo como “el pueblo quiere saber de qué se trata” e interpretó que en ese entonces “el pueblo eran los militares y estaba implícita la idea independentista de las Provincias Unidas del Río de la Plata”.

Durante su discurso, el obispo también recordó la célebre cita de José Ortega y Gasset, “argentinos a las cosas” y consignó que en oportunidades el pueblo argentino “confunde memoria con el rencor y la justicia con venganza”.

“Los argentinos somos hábiles en copiar lo peor de otros, las modas nos fascinan y estas corren con rapidez en las redes” y además hizo referencia a que “no basta para sanar alcanzar el bienestar económico, si persistimos en los defectos”, por lo que sostuvo que es indispensable lograr la recuperación ética.

Al hablar de ese valor citó a Platón y Aristóteles para quienes “la ética es política y la política es ética” y relacionó a la corrupción como el factor que rompe con ese equilibrio y que desalienta a que un mayor número de hombres y mujeres surjan a la vida pública con una verdadera vocación política.

Sus palabras también aludieron a “la babilónica Feria del Libro” y agradeció que todavía haya “Doñas Rosa” que actúan con sensatez. También expresó su total rechazo a la despenalización del aborto. En tono enérgico el prelado criticó las manifestaciones favorables a la despenalización, señalando: “Yo hablo de Patria y no de Matria, como hacen algunas exaltadas de pañuelo verde”.

“Yo hablo de Patria y no de Matria, como hacen algunas exaltadas de pañuelo verde”

 

“El problema político es el esencial, sigue irresuelto con períodos alternados de felicidad y desdicha; están los políticos que piensan en el bien común de la polis y los políticos empresarios que enfocan a la polis como si fuera una empresa y con miras al lucro”, dijo de manera categórica el obispo.

En ese tramo también expresó su deseo de que el ciudadano pueda votar a candidatos que conozca y que éstos establezcan plataformas que se puedan cumplir.

Además se refirió a “la grieta” que divide al país y propuso crear las condiciones para “un diálogo veraz y republicano”.

“La pobreza no es un drama de hoy, es un problema crónico (...) no bastan medidas políticas sino que es profundamente ético”

 

En el segmento final de su alocución señaló que tal vez se llore por la Argentina, pero invitó a que eso se haga “sin nublar nuestra esperanza”.

También propuso hacer una distinción entre el bien y el mal porque “si Dios no existe todo está permitido”, pero “Dios existe y no todo está permitido”. Y concluyó: “sí el pueblo fuera más creyente, sería un pueblo mejor, un esbozo de la nueva Jerusalén; a la noche tal vez se produzca el llanto, pero por la mañana como la de hoy, resurgiría una nueva esperanza”.

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