“The toys that made us”: lo que los juguetes dicen de nosotros

Netflix estrenó la segunda temporada de celebrada la serie documental sobre los muñecos que marcaron nuestra vida

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Los juegos de chicos nunca fueron ingenuos: desde la división de géneros provocada por las emulaciones de la guerra en los varoncitos y de ama de casa en las chicas, hasta los valores confrontativos legados por generaciones de muchachitos y muchachitas practicando deportes, hay en los juegos que miramos con nostalgia desde el presente algo ominoso, un mapa para nuestra vida adulta oculta detrás de muñequitos articulados.

Justamente esa articulación entre los muñecos de la infancia y la sociedad actual es uno de los ejes de “The toys that made us”, serie documental de Netflix que retrata la historia de varias emblemáticas figuras de acción, desde Barbie a He-Man, y, como el título revela, retrata cómo esos juguetes nos construyeron como personas.

La segunda temporada de la serie acaba de aterrizar en la pantalla de la N roja luego del éxito que generó la primera, al calor de la nostalgia, sí, el principal bien de consumo hoy, pero también amplificando y comentando esa tendencia a mirar el pasado de manera idílica. Los primeros cuatro episodios de la serie lanzada el año pasado mostraban cómo esos objetos habían pasado de las torpes manos de los chicos a ser codiciados juguetes cuidados por coleccionistas obsesivos, mientras retrataba las historias detrás de figuras como la Barbie, los juguetes de He-Man y Star Wars y los G.I. Joe, y su influencia sobre la sociedad.

La serie retrata, por ejemplo, cómo las primeras Barbies, aunque modificaban el rol de su dueña de “cuidadora de muñecas” a “modelo aspiracional”, se trataban de figuras hipersexualizadas que influyeron profundamente en ese modelo de belleza inalcanzable que tortura a millones, con su báscula con una aguja varada en los 50 kilos, y un libro sobre cómo perder peso cuya contratapa decía “no comas”, como accesorios.

Similar efecto tuvieron sobre el modo en que vemos la guerra los muñequitos de G.I. Joe, algo que alguna vez vaticinó Kurt Vonnegut: “Pretenderás hacer creer que eran verdaderos hombres, no unos niños, y un día serán representados en el cine por Frank Sinatra o John Wayne. Y la guerra parecerá algo tan maravilloso que tendremos muchas más. Y la harán unos niños como los que están jugando arriba”, escribe al inicio de “Matadero Cinco”.

Y quizás “Star Wars” y su épica galáctica bélica también haya tenido que ver con ese imaginario que idealiza los conflictos armados, aunque la historia de sus muñecos, retratada en la primera temporada, es bastante más divertida: Mattel y Hasbro, las principales compañías jugueteras, pasarán a la historia como las empresas que perdieron una chance única al no querer vender los juguetes de la saga que hoy son el principal motor de la multimillonaria franquicia...

 

 

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