Un descenso anunciado que refleja las frustraciones de varios años

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Por LEANDRO DUBA
lduba@eldia.com

El miércoles 2 de mayo de 2018 será una fecha que quedará marcada a “fuego” en la piel de los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas. Porque después de 34 años, Defensores de Cambaceres, con el dolor y la amargura que ello implica, volverá a participar en la Primera D, la última categoría del fútbol argentino.

Para el pueblo del Rojo no será fácil digerir el descenso, porque detrás de esta enorme frustración deportiva existen numerosos motivos que lo llevaron a resignar su prestigio e identidad.

La pérdida de la categoría era cuestión de esperar. Llegaría por decantación. Las pésimas campañas de los últimos años, las permanentes equivocaciones en la elección y contratación de jugadores, los egos dirigenciales (nunca se llegó a la unidad política, la que tanto se pregonó), la falta de un proyecto serio, responsable y duradero, del apoyo económico (ya sea del municipio o de empresas privadas de la zona) y la ausencia de infraestructura conspiraron contra un equipo que, en definitiva, terminó absorbiendo todos esas cuestiones adversas y poco deseadas.

Hoy, el socio y el hincha de Cambaceres sienten bronca y dolor. Por todo lo que vivieron en los últimos años y por ver al equipo de sus amores en lo más profundo de la oscuridad.

También los futbolistas terminaron siendo arrastrados por una cadena de desaciertos y circunstancias desfavorables.

Bien o mal fueron los que le pusieron el “pecho a las balas” y los que se la “jugaron” por mantener a Cambaceres en el lugar que jamás debió abandonar.

Este “maldito” descenso ya se venía venir. Las últimas campañas que no estuvieron a la altura de las circunstancias, le jugaron una mala pasada.

En 2017, zafó con el último aliento, después de superar en el desempate a Argentino de Merlo, en la cancha del Deportivo Morón. Sabía de antemano, que el próximo certamen (el que está a punto de culminar), volvería a ser apremiante para el equipo, porque el fantasma del descenso siempre le respiró en la nuca y jamás lo dejó en paz.

Hubo que hacer borrón y cuenta nueva. Renovar el grupo ante las exigencias de la competencia (con un presupuesto austero), ver cómo se buscó la continuidad de un cuerpo técnico que estuvo atada con alambre, y en el medio, el cambio de autoridades, con tironeos, chicanas y una situación política casi insostenible (jamás de llegó a la unidad que muchos pedían).

Y ese ego, independientemente de quien haya asumido la responsabilidad de conducir los destinos del club, conspiraron contra el equipo, que ayer sufrió el quinto descenso de su historia (el anterior había sido en la temporada 2007/08).

El Rojo volverá a jugar en el torneo de Primera D después de 34 años

 

A Defensores de Cambaceres lo espera el torneo de Primera D (vuelve después de 34 años). El último peldaño del fútbol argentino. Todos juntos tendrán que unirse en una misma sintonía porque la institución está por encima de todos los hombres.

La reconstrucción tiene que comenzar cuanto antes, sin perder tiempo.

Cambaceres necesita de todos para recuperar ese prestigio que supo tener y que se lo ganó por mérito propio.

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