La guerra de los Roses, un poroto: “Cubero sabe cómo meter el dedo en la llaga”

Nicole Neumann se quejó de las decisiones que su ex toma sobre sus tres hijas, que según la modelo son “su punto débil”

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Parecía que se encaminaba a ser una pareja de ex normal, con hijos de por medio, que se llevan bien en pos del bienestar de las criaturas, sin embargo, la relación entre Nicole Neumann y Poroto Cubero está a kilómetros de distancia de una situación ideal.

Los roces entre la modelo y el futbolista se acrecentaron cuando, separada de Facundo Moyano, la rubia debió enfrentar los celos y miedos lógicos de una madre que, desde afuera, ve cómo la nueva pareja del padre de sus hijas, comienza a relacionarse con las niñas.

“A ellas nunca les gustó la exposición. Cuando aparecían fotógrafos en situaciones íntimas o familiares, siempre se angustiaban: ‘¡Fotos no, fotos no!’. A Indiana es a quien más le molesta. Me contó que hace poco se peleó con su papá porque no quería ir a un evento, y que finalmente terminó escondiéndose para que no la fotografiaran. Por suerte no consumen tele y, al menos estando conmigo, nunca se vieron en una revista”, contó la modelo, angustiada, en una entrevista que la lleva a ser portada, esta semana, de una publicación mensual.

Consultada por qué siente al ver cómo las cosas se le van de las manos, la rubia no dudó en responder “impotencia” y ahondó en la situación que atraviesa con el padre de las niñas: “Veo situaciones muy mal manejadas de su intimidad, como revelar diálogos o contar con quién pidieron dormir. Si no están conmigo, no puedo controlar qué escuchan, qué leen, y eso me pone mal. Hay tiempos para todo, para generar vínculos también. Es ahí donde los adultos debemos estar atentos, poniendo límites”.

Para Cubero, que está felizmente en pareja con la explosiva Mica Viciconte, sólo palos y más palos. “Creo que finalmente encontró cómo meter el dedo en la llaga. Reclamarle sería darle el gusto. Como no me afectaba que saliese con mujeres o hiciera notas, encontró el punto débil. Lástima que se trate de nuestras hijas”, le sacudió Nicky, sin franela.

Y fue por más: “Mientras estuve con Facundo (Moyano), mis hijas lo recibieron como un amigo más del grupo que nos visita en casa de vez en cuando. Siempre prudente, cuidando modos y tiempos. ¿Y…? Fabián terminó yendo en contra de lo que tanto predicaba… ¡y más! Como dejar que las chicas duerman con alguien que no conocen o sólo vieron dos veces”, lanzó. “¡No hay ninguna respuesta de él! Ni toma los planteos. Ya no sirve de nada intentar hablar con él sobre lo que siento. No quiere entrar en razón”.

“¡No hay ninguna respuesta de él! Ni toma los planteos. Ya no sirve de nada intentar hablar con él sobre lo que siento. No quiere entrar en razón”

“Como no me afectaba que saliese con mujeres o hiciera notas, encontró el punto débil. Lástima que se trate de nuestras hijas”

 

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