Pasó otra tormenta, pero los problemas siguen siendo los mismo de siempre
Edición Impresa | 4 de Mayo de 2018 | 05:52

Cada vez que llueve en la zona norte se encienden todas las alarmas. Es que la acumulación de agua es una situación que se repite cada vez que una tormenta golpea a la Región.
Esta vez no fue el viento el que provocó destrozos como sí ocurrió en reiteradas oportunidades. El último temporal llegó con agua, mucha agua que complicó a distintos barrios y puso a los vecinos en guardia.
Fue otra lluvia potente donde los problemas siguieron siendo los mismos de siempre.
DENUNCIAS EN CITY BELL
Los vecinos de la calle 472, desde el camino Belgrano hasta 24, denuncian que continúan reclamando obras que, según ellos, la Comuna dio por terminadas.
Sostienen que desde septiembre del año pasado vienen pidiendo que limpien los desagües ya que hicieron el asfalto nuevo, pero la calle quedó más alta que las casas y el agua no logra escurrir, por lo que en muchos casos ingresa a las viviendas.
Además aseguran que comenzaron hace dos meses la obra y sólo hicieron la primera cuadra, hasta la calle 23, dejando montañas de tierra de hasta 1 metros en las veredas, con las bocas abiertas, para colocar los sumideros que aún no fueron colocados.
“Ahora no sólo seguimos inundándonos sino que tenemos el agravado de esas zanjas abiertas, tierra suelta que se tapa de nuevo y una cuadra sin hacer”, se quejan en las redes sociales.
Lo cierto es que en barrios del norte platense, como City Bell y Gonnet, la denuncia vecinal recurrente fue que a las calles que fueron pavimentadas recientemente no se les hizo las obras hidráulicas apropiadas, por lo que cada vez que cae abundante agua, no tiene por dónde salir, se estanca y pasa varios días hasta que el piso se seca.
CALLES QUE PARECEN RÍOS
Sería imposible enumerar todas las calles que parecieron ríos durantre la última tormenta, y que se repite cada vez que llueve. Pero en estas páginas se intentará hacer un repaso de las más perjudicadas, según el registro de nuestros lectores.
Por caso, en la zona de Alvear entre 14B y 14C se hizo casi imposible transitar. El agua tapó todo el pavimento durante el temportal que se desató el pasado fin de semana.
También llegaron quejas desde la zona de 471 y 29. Los vecinos aseguraron que las calles quedaron hechas un lodazal y culparon a ABSA “por las conexiones ilegales. Es un desastre”. También sostuvieron que la situación no da para más y que “es puro maquillaje, cortes de agua y luz todos los días, ni cloacas tenemos”. Una situación similar se vivió en 19 entre 479 y 480.
Sobre el camino Belgrano también hay una batería de reclamos. Uno de ellos es en la zona de 449 y 450, donde las zanjas estuvieron totalmente tapadas: “Sin lluvia siguen colapsadas”, se quejaba un frentista.
Y LA LISTA SIGUE...
En Villa Castells los vecinos no estuvieron ajenos a las calles anegadas. Por caso, en 500 esquina 9, manifestaron que “la calle se llenó de agua de cordón a cordón” y dijeron que si llovía una hora mas con la intensidad de las 17 corrían el riesgo de inundarse. Por suerte para ellos el clima les dio un respiro, pero igual tuvieron que padecer penurias.
Otra vecina de la misma zona contó que “el viernes me inundé porque los caños que entuban la zanja están rotos y tapados. La delegación responde que se tiene que hacer cargo el dueño de la casa”.
En tanto que otro frentista hizo un análisis de la situación que atraviesan: “Sólo nos queda ir comprando botes, hace 25 años no nos inundábamos, llovía y el agua fluía hacia el campo por las zanjas sin ningún problema. El barrio fue creciendo hacia atrás y los nuevos vecinos entubaron las zanjas con caños de 40 centímetros cuando en realidad algunas tenían un metro o más. Ahora ya es tarde, cuadras y cuadras con zanjas entubadas, con caños que están todo el tiempo tapados, hacen de la parte vieja de barrio, escurra en un bañado escalonado (497 y 10, 10 y 499, 9 y 500, 7 y 501). A esta altura y la eterna falta de presupuesto, sumado al cambio climático nos pone en riesgo contínuo a cientos de vecinos”.
Por su parte, en Villa Elisa, los barrios semi-rurales quedaron aislados, por el ablandamiento de las calzadas de tierra producto de tres días de lluvias.
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