City Bell, al rojo vivo
Edición Impresa | 4 de Mayo de 2018 | 05:53

No sólo la inseguridad preocupa a los vecinos de City Bell. Es cierto que el episodio del jubilado que mató al ladrón marcó un antes y un después para una localidad que viene golpeada en materia de robos y violencia, pero también existen otras problemáticas que mantienen en vilo a la comunidad.
La explosión demográfica, los desbordes en el tránsito y el colapso de los servicios de infraestructura urbana son algunos de los reclamos que se expusieron durante la reunión que se llevó a cabo en los últimos días en un conocido u céntrico bar citibelense, la cual y donde las redes sociales volvieron a ser el motor de unión. Es que desde Facebook y WhatsApp, principalmente, los vecinos se agrupan en comisiones y formulan petitorios específicos sobre diversos temas que los desvelan y aún están sin resolver.
Uno de ellos es la explosión demográfica de la zona, y a partir de ello se formó, con un fuerte soporte en las redes, “City Bell ordenado”, un grupo de vecinos de esa localidad que busca terminar con el descontrol vehicular de las calles y frenar los emprendimientos inmobiliarios que, aseguran, se proyectan y se ejecutan “sin ninguna planificación”.
Todo comenzó desde Facebook, cuando un vecino advirtió que eran “cantidades” las personas que se quejaban porque City Bell iba camino a cierta “degradación” que le hacía perder el encanto y la tranquilidad que la caracterizó históricamente.
De allí es que decidieron entonces juntarse en un solo grupo para dar pelea en conjunto y así evitar que las construcciones en bloque que van salpicando la localidad y el esparcimiento comercial de los últimos años no siguieran extendiéndose.
El grupo se reunió días atrás en un céntrico y conocido bar de Cantilo y se organizó en comisiones para tratar los diferentes temas que los preocupa.
Según se anticipó, formarán “equipos” para realizar gestiones ante las autoridades comunales, a quienes les harán saber sus demandas.
El reclamo de mayor urgencia tiene que ver con el desorden en el tránsito, lo que sucede no sólo en Cantilo y sus transversales céntricas sino también en otros sectores de City Bell.
Una de las impulsoras de “City Bell ordenado” sostuvo que “nadie controla nada. Acá los inspectores vienen de vez en cuando y la gente llega con el auto y lo estaciona en cualquier parte: sobre la vereda y en las ochavas”. Y agregó que “entre las cinco y las seis de la tarde esto es un caos; y ni hablar de los viernes a la tardecita, que se llena de personas y coches y cada uno hace lo que quiere”.
En ese sentido, los vecinos señalaron algunas de las zonas donde, debido a que se estaciona sobre el sector peatonal, se han formado pozos en plena vereda, como en las calles 4 y Pellegrini, donde las marcas de los vehículos arruinaron el césped, o en Jorge Bell entre Güemes y 15, una cuadra en la “vale todo” dentro del estacionamiento entre las cinco y las siete de la tarde.
“SE RECLAMA Y NO PASA NADA”
En la última juntada, que fue convocada antes del episodio de inseguridad ocurrido en 473 bis y 27 (ver aparte), Héctor, un hombre que hace 56 años vive en la zona y acudió a la reunión, expresó que “nos hemos juntado porque vemos que hay una cantidad de reclamos que están dispersos acerca de muchas problemáticas que tiene el pueblo: el tránsito, el agua, los árboles, las construcciones, la seguridad, los centros de salud, el arte, la ecología, la recolección y los pozos”.
También agregó que “hay una cantidad de cosas que van faltando, que no se hacen, que se reclaman y no pasa nada. No venimos a quejarnos, sino a hacer propuestas”. Y manifestó sobre la iniciativa: “Que cada uno tome un tema para desarrollar con un grupo de gente acotado y en un trabajo ordenado juntar las firmas suficientes y hacer las propuestas y petitorios al gobierno sin cuestiones políticas de por medio”.
Luego, Héctor se explayó acerca de cómo veía él la situación general de City Bell. Al respecto dijo que “de un tiempo a esta parte fueron creciendo los loteos en pequeños terrenos, los cambios de nombre de las calles, cosas que fueron sacándole la identidad al pueblo”.
Y agregó que “desde hace tres o cuatro años a esta parte ya no respetaron más ni siquiera las casas fundacionales, las arboledas, y al venir tanta gente de golpe se desmadran las cosas y ya es un descontrol”.
EL AVANCE DEL CEMENTO
Otro de los grandes problemas que plantea el grupo es la forma acelerada en que se levantan sistemas de dúplex, con la previa tala de árboles, en distintos sectores de City Bell. “Edifican departamentos en terrenos muy chicos y barrios que estaban preparados para determinada cantidad de familia ahora explotan de gente. Donde los construyen no alcanzan, por ejemplo, la capacidad de la red cloacal, ni tampoco la de agua corriente porque baja la presión y nos quedamos sin servicio”, comentó una mujer de la zona de 25 y Pellegrini. “Uno de los complejos tiene 6 dúplex y se ven los caños que desagotan en la zanja”, contó.
También la inquietud se centra en la degradación del paisaje, que significa la irrupción de los nuevos bloques edilicios en una zona en la que siempre primó el verde de los árboles de la vía pública y de los parques de las casas, como así también de las veredas, típicas, con preponderancia del césped por sobre las lajas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE