Dujovne dejó traslucir la gravedad del déficit fiscal en la Argentina

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Por FERNANDO CORADAZZI
fcoradazzi@eldia.com

Si hubo algo que dejó en claro ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la conferencia de Prensa, es que el gobierno de Mauricio Macri tomó nota por primera vez de la grave crisis que afronta con el déficit fiscal actual.

En marzo pasado, el economista José Luis Espert afirmó que la suba del dólar “no es motivo de pánico”, y consideró que “no hay que tener miedo” que la cotización del billete escale “entre $ 22 y $ 23 pesos a fin de año”.

El pronóstico se cumplió un mes después.

Pero para Espert y la mayoría de los economistas, la causa de fondo que origina esta crisis no es el dólar sino el alto déficit fiscal.

“Cambiemos nunca tuvo voluntad de ajustar las cuentas públicas. Siempre el discurso de ellos fue que no había que ajustar sino cambiar la forma de financiamiento”, dijo Espert.

Y agregó: “La parte fiscal es con la que mienten todos los gobiernos. Porque detrás de eso está la corporación política que es la que lucra con el gasto. El Gobierno de Macri miente con los números fiscales. El Gobierno miente pero el mercado no es tonto, sabe que miente”.

Otro aspecto conflictivo para la economía, según remarcan los analistas de mercado, es la intromisión del ala política del gobierno en las decisiones económicas.

Nuevamente, Espert metió el dedo en la llaga.“La economía es una ciencia, no podés tener ocho ministerios de economía coordinados por dos tipos que sólo saben hacer plata: necesitás tener unidad de mando”, dijo en alusión a Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, que integran la segunda línea de Peña en la Rosada.

Y está el tema de la deuda externa. Ayer, el ministro de Finanzas, Luis Caputo ratificó que el Gobierno no tomará deuda en el exterior durante 2019 para financiar el déficit público.

Una de dos: o el gobierno realmente ha decidido bajar brutalmente el déficit o tiene una carta en la manga que no conocemos.

¿Un stand by del Fondo Monetario Internacional? se preguntaban algunos ayer en la city.

Si es así, eso le alcanza para llegar al final del gobierno de Mauricio Macri.

Pero cómo será la herencia de Cambiemos en un tema que tanto marcó a los argentinos en los años ochenta.

Ayer hubo algunas señales de alarma en el frente externo.

Fitch confirmó hoy la calificación de riesgo crediticio de la Argentina en moneda extranjera a largo plazo (IDR) en “B” pero redujo la perspectiva de positiva a estable. Y dijo que la nota colocada a la Argentina “refleja una alta inflación y volatilidad económica, una débil pero mejorada posición de liquidez externa y grandes déficit fiscal y de cuenta corriente que implican un fuerte endeudamiento externo (pero desde un punto de partida favorable en términos de apalancamiento)”.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la campaña donde Bill Clinton resultó electo presidente, aquí el problema es la política y no la economía.

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