Dolor y solidaridad frente a un estremecedor cuadro de abandono de menores
Edición Impresa | 1 de Junio de 2018 | 04:04

El caso, desde que tomó estado público, despertó una gran conmoción y también muchas muestras de solidaridad. Tanto, que al promediar la tarde desde la propia comuna de Ensenada pidieron frenar la ola de donaciones y evitar llamados al Hospital Cestino, agradecieron la enorme solidaridad que muchos quisieron acercar al Hospital.
Sin embargo, nada pudo ocultar la tristeza y el dolor por lo que ocurría en esa precaria vivienda ubicada cerca de la mismísima Selva Marginal.
Gustavo, el abuelo de los niños rescatados, mostró a un cronista de EL DIA el lugar en el que residía esta familia, y fue tajante al señalar que no creía que la familia pudiera pasar el invierno viviendo en las condiciones en las que fueron hallados.
“Así vivían los chicos, no sé si iban a poder pasar el invierno. Acá es así, no se puede salir cuando llueve, es todo un peligro”, contó Gustavo mientras caminaba por el fango y las espesa vegetación que abunda en la zona.
La abuela paterna de los chicos, Marcela Sáez, en tanto, explicó que ella “no sabía que (los chicos) estaban solos” y que fue llamada para hacerse cargo de ellos pero se le hizo difícil porque sufre una discapacidad.
“Por ahora dicen que no van a separar a los chicos de la madre. Ella pidió una casilla porque en ese lugar no pueden vivir”, dijo la abuela respecto a las condiciones de la precaria casa.
El grupo de policías que rescató a los cinco hermanitos de la casa -otros dos se encontraban con la madre vendiendo artículos en un tren- describieron por su parte que el operativo se inició “aproximadamente a las 15 horas del miércoles, cuando personal del Comando de Patrullas de Ensenada recibió un llamado al 911 en virtud de que había una problemática familiar, no especificando debidamente el motivo, en las calles 13 y 140 de Punta Lara”.
“Llegado el primer móvil -describió el teniente José Hasperué- los oficiales se entrevistaron con una mujer que manifestó ser la abuela de uno de los menores que vivían en esa casa, y que según se comprobó después se encontraban en estado de abandono. Estaban a unos 300 o 400 metros de donde ella se encontraba”.
Según contó el oficial que se topó con la desgarradora escena, todos los chicos dormían en un colchón prácticamente a la intemperie, aunque en ese momento no estaban presentes los otros dos menores que habitaban también en el lugar.
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