Una crisis de raíz política

Por MARIANO SPEZZAPRIA
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El Gobierno sufre una crisis de raíz política, que se refleja en los problemas internos de Cambiemos y en los intentos fallidos por encauzar la economía. Ese era el crudo diagnóstico que se extendía ayer entre la dirigencia cuando todavía resonaban los ecos de la salida de Federico Sturzenegger del Banco Central y el peso argentino continuaba devaluándose frente al dólar estadounidense.

Esa conducción política inerte se corporizó en el enojo de Elisa Carrió tras la aprobación del aborto en la Cámara de Diputados, donde amenazó con “romper” Cambiemos. Así reaccionó ante la estrategia de la Casa Rosada de mantenerse prescindente en el debate del proyecto, algo que enemistó al oficialismo con un sector de su electorado, al cual la diputada representa cabalmente.

El crujido interno en la coalición gubernamental se escuchó tan fuerte que el presidente Mauricio Macri debió convocar a la jefa de la Coalición Cívica a la quinta de Olivos, donde se reunieron por una hora ayer a la tarde. “Estoy a su lado, sobre todo en crisis”, reafirmó la legisladora cuando la consultaron sobre el estado de su relación con Macri. Pero no se privó de usar la palabra “crisis”.

De otro modo no podría calificarse que Sturzenegger haya tenido que dejar la dirección del BCRA sólo una semana después de haber firmado el acuerdo con el Fondo Monetario y en medio de otra corrida del dólar, lo que obligó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a requerir el visto bueno del organismo que preside la francesa Christine Lagarde para que no tambaleara el memorando.

En medio de esta delicada situación, crecía ayer la impresión de que el Presidente tendrá que dar -lo antes posible- señales políticas claras para conjurar la crisis: una de ellas pasaría por empoderar a Dujovne como un auténtico ministro de Economía, dotándolo del poder necesario para ejercer el cargo. La otra implicaría un rediseño del Gabinete, para oxigenar además su propio liderazgo.

De acuerdo a fuentes del oficialismo, ambas cuestiones vienen siendo debatidas desde hace un par de semanas por la mesa política de Cambiemos. Y las sugerencias ya llegaron a oídos de Macri, de quien dependerán los tiempos de implementación. A juzgar por el escenario económico cada vez más apremiante, los plazos de toma de decisión deberán acelerarse en los próximos días.