La cara más ingrata de la realidad social
Edición Impresa | 3 de Junio de 2018 | 04:40

En esa precaria vivienda escondida entre la maleza de la llamada Selva marginal, fueron rescatados cinco menores en estado de abandono. Otros dos hermanitos se les sumaron cuando volvieron de trabajar vendiendo chucherías en los trenes. El padre de dos de ellos, en un desgarrador testimonio, pidió otra oportunidad para criar a sus hijos. Es nada más y nada menos que la peor cara de una realidad que a veces no queremos ver.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE