Noche de contrastes: entre reclamos por el aborto y protestas, cordero patagónico

Fue una de las ceremonias más opulentas de los últimos tiempos, como reconoció el propio Luis Ventura, presidente de Aptra: la gala de los Martín Fierro, celebrada en el Hotel Alvear Icon de Puerto Madero, costó cerca de 15 millones de pesos, y por eso el contraste fue particularmente notable: mientras adentro los famosos vestían elegantes y carísimos atuendos, afuera los trabajadores de los medios públicos se manifestaban “contra el ajuste y el vaciamiento”, codo a codo con los periodistas, que no contaron en el Alvear con sala de prensa y trabajaron la alfombra roja desde la calle.

Esas protestas tuvo que sortear cada famoso que llegó al Alvear: fue una ceremonia tensa y, como cada año, politizada, marcada por los detalles en verde en la alfombra roja, en referencia al reclamo por la despenalización del aborto que llevan adelante miles de mujeres en el país. Varias famosas hicieron carne el reclamo y animaron a sus colegas a ir de verde a la alfombra roja: finalmente no se vieron tantos vestidos verdes, pero sí muchos accesorios del color que simboliza la lucha, y pudieron agregar además los prendedores de #NiUnaMenos que la organización había dejado en cada mesa.

Pero también hubo muchas famosas que hicieron caso omiso al pedido de Dolores Fonzi, revelando que esta grieta también atañe a la farándula.

La noche tuvo a casi todo el medio reunido, incluida Mirtha Legrand, cuya presencia se había puesto en duda en la semana tras su polémica ausencia en el rubro conducción (“gane o pierda, esté nominada o no, vengo siempre”, dijo en la previa); pero hubo ilustrísimos ausentes: Moria Casán no estuvo presente por compromisos previamente asumidos en la localidad de Junín, mientras que Marcelo Tinelli también faltó a la competencia, mientras en la previa corrían rumores de que el Oro no se lo llevaría “ShowMatch”.

Tampoco estuvo Jorge Lanata, quien había adelantado el faltazo “porque me cansé y después porque estoy en el aire, no voy a poder. Una vez que vos ganás el Oro no tiene sentido de que te sigan nominando, porque es como que te ‘recibiste de algo’. Me parece que te siguen nominando porque les conviene que vaya gente conocida para que el programa tenga rating. Ya está, me liberé del Martín Fierro”.

Los que sí fueron pudieron disfrutar de un lujoso (aunque siempre escaso) menú: el recibimiento comenzó con un cocktail de ron, lima y frutos rojos; el “amuse bouche” –o aperitivo- consistió en un salmón en salsa de soja sobre puré de paltas, mientras que de entrada hubo una degustación de mar. El plato principal consisitió en un cordero patagónico con alfajor de calabazas, portobellos -hongos- y pistachos; y de postre hubo crema de queso, cascos de membrillo quemados y almendra. De beber pudieron elegir entre un cabernet sauvignon y chardonnay y, como ocurre en cada ocasión, no faltaron los que empinaron el codo de más. Por los nervios, claro...