Obdulio Varela contradijo al entrenador

Edición Impresa

El técnico “Charrúa”, Juan López Fontana, ordenó un juego defensivo para evitar una goleada. El capitán, Obdulio Varela, no entendió dicha orden y tras hacer caso omiso, invitó a sus compañeros a salir al campo de manera ofensiva. Varela se respaldó en lo que le había sucedido a España y Suecia que, por salir con ese esquema defensivo, recibieron sendas goleadas.

La afición esperaba un marcador idéntico a los que se habían dado con España y Suecia (6-1 y 7-1, respectivamente) pero el partido fue al descanso con empate a cero. El arquero uruguayo, Roque Máspoli, consiguió contener los ataques brasileños durante el primer período, con la solvencia de los grandes,

Alcides Ghiggia conseguiría escaparse por derecha, y tras amagar con rematar, asistió a Juan Alberto Schiaffino, quien disparó sin marca para convertir el primer grito. Ese gol no era suficiente, puesto que el empate significaría el título para Brasil. Habían pasado 13 minutos de la asociación entre Ghiggia y Schiaffino cuando el capitán y artífice de la actitud ofensiva adelantó el balón hacia Ghiggia que trianguló con Julio Pérez, superó a la defensa brasileña y Pérez le devolvió el balón.

Ghiggia se encontraba frente a Barbosa mano a mano, el delantero, como sucedió en el primer gol, fingió un amague que provocó el adelantamiento de Barbosa y que sirvió para anotar el segundo gol.

El único tiro de Ghiggia entre los tres palos durante todo el partido, se convirtió en el gol del éxito. Todavía afectado durante una entrevista, en 1994, Ghiggia diría: “En este país, la pena máxima para un crimen es de 30 años. Yo no soy un delincuente y ya cumplí diez más. Tengo derecho a dormir tranquilo”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE