Trump se queda solo ante la ofensiva contra los aranceles
Edición Impresa | 8 de Junio de 2018 | 04:04

QUEBEC
La cuenta ya no da: los dirigentes de los países del G7 (los más desarrollados del mundo) llegan a Canadá para una cumbre que debería llamarse “G6+1”, a juzgar por el tono de las declaraciones de los líderes que pierden la paciencia ante la defensa a rajatabla de los intereses estadounidenses por parte del presidente Donald Trump.
La ruptura podría expresarse en un comunicado firmado por Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Japón, al término de la cumbre a celebrarse hoy y mañana en La Malbaie, provincia de Quebec.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró ayer que los seis “no estaban dispuestos a acordar en todo para obtener la firma” de Trump en una declaración final. Sería “un error”, agregó en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en Ottawa.
Trudeau calificó de “risible” el argumento invocado por el presidente estadounidense para justificar su ofensiva proteccionista, referida a preservar la “seguridad nacional” de Estados Unidos.
ARANCELES MASIVOS
Más tarde Trump respondió en un tuit: “Por favor, díganle al primer ministro Trudeau y al presidente Macron que están cobrándole aranceles masivos a EE UU y creando barreras no monetarias. El superávit comercial de la Unión EuropeaE con EE UU es de 151.000 millones de dólares, y Canadá mantiene alejados a nuestros agricultores y otros”. “Espero ansiosamente verlos mañana”, agregó.
ENCUENTRO PREVIO
Con el fin de mostrar unidad, Macron anunció que los dirigentes europeos se reunirán hoy a la mañana, horas antes de la apertura de la cumbre.
Los líderes del G7 no deben tener temor de alcanzar acuerdos sin el presidente de Estados Unidos, aunque la unanimidad es siempre preferible, había expresado más temprano el mandatario francés en Ottawa. “Habrá temas en los que el presidente (Trump) no estará totalmente en sintonía con los otros, pienso por supuesto en el cambio climático y el comercio”, sostuvo.
Macron y Trudeau, que se reunieron en Ottawa antes de dirigirse a Quebec para la cumbre de dos días con el Grupo de los 7, subrayaron que los aranceles a las importaciones de acero y aluminio también afectarán a los trabajadores estadounidenses. Antes de la elección de Trump, era de buen gusto criticar los peligros del “proteccionismo” en el comunicado final del G7, en un lenguaje también duramente negociado, y alabar la cooperación internacional en materia de diplomacia y de protección del medio ambiente.
¿Cómo imaginar entonces que los canadienses, europeos, japoneses y estadounidenses encuentren un vocabulario común, luego de que Trump abandonara el acuerdo de París sobre el clima, denunciara el pacto sobre el programa nuclear iraní e impusiera aranceles al acero y al aluminio de sus aliados? (AFP)
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