Diez falsas creencias que ponen en juego la salud de quienes sufren hipertensión

Advierten que uno de los mayores obstáculos para controlar esta enfermedad está en los mitos que persisten en torno a ella en la población

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Nicolás Maldonado

nmaldonado@eldia.com

Si ya de por sí la hipertensión arterial es una enfermedad que en muchos casos pasa inadvertida por no presentar síntomas, las falsas creencias que persisten en torno a ella suelen complicar aun más su detección y control. Así lo señalan desde la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC) al advertir que por una causa u otra “apenas uno de cada cinco hipertensos logra hoy mantener controlada la enfermedad”.

Uno de los mayores obstáculos para controlar la hipertensión está en que “la población desconoce no sólo aspectos referidos a su diagnóstico sino también a su prevención, en especial en lo que hace al consumo de sal”, observan desde la Sociedad.

Pero también “debemos estar especialmente atentos a los pacientes que al ver que sus valores de presión se normalizan deciden abandonar equivocadamente los fármacos, porque la falta de adherencia al tratamiento constituye una de las causas por la que los hipertensos terminan cursando infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares”, alerta el doctor Alvaro Sosa Liprandi, vicepresidente de la SIAC.

Con todo, las complicaciones de la hipertensión no se limitan a la falta de adherencia al tratamiento sino al desconocimiento y la subestimación de esta enfermedad. En un momento que se calcula que al menos uno de tres adultos tiene valores de presión arterial por encima de lo normal, la mitad de los argentinos hipertensos desconocen su condición.

1. Mi presión alta es sólo nerviosa

“No existe la hipertensión arterial nerviosa. Si bien el estrés produce una liberación de adrenalina que contribuye a que suba la presión arterial, éste no es la causa de la hipertensión. El estrés o los nervios sólo inestabilizan la presión arterial cuando ya se es hipertenso de por sí”, explica el doctor Ricardo López Santi, coordinador de Prevención Cardiovascular del Hospital Italiano de nuestra ciudad.

2. Tengo presión variable, sólo tomo medicación cuando está alta

“Tomar la medicación de vez en cuando no sirve. Cuando uno logra normalizar su presión arterial con medicación no tiene que dejarla, porque si lo hace el resultado va a ser que se le vuelva a desestabilizar”, señala López Santi.

3. Me doy cuenta cuando me sube la presión porque me da dolor de cabeza

“Si bien es cierto que algunas personas sienten dolor de cabeza cuando les sube la presión, este síntoma no constituye un indicador confiable. En gran cantidad de casos la hipertensión resulta asintomática. De ahí la importancia de controlarse regularmente la presión arterial”, señala el cardiólogo.

4. No me preocupa la presión arterial porque como mucho ajo

“En lo que hace a la dieta, lo único que ayuda a normalizar la presión arterial es comer con escasa cantidad de sal. Y esto implica no sólo no agregarle sal a las comidas sino también elegir con cuidado los alimentos procesados que vamos a comer. Un alto porcentaje de la sal que consumimos proviene de conservas, salsas, aderezos y otros procesados”.

5. Me tengo que tomar la presión todos los días

“Sólo es recomendable tomarse la presión todos los días si hay una indicación del médico para hacer un monitoreo en función de algún tratamiento. Tomársela todos los días lleva en general a que los pacientes se obsesionen con la presión y hasta puede incidir en las mediciones. Por eso lo aconsejable es tomarse la presión cada quince días y no hacerlo uno mismo sino recurrir a una persona idónea, que puede ser un familiar. El mejor lugar para tomarnos la presión es nuestra propia casa”, explica López Santi.

6. Como tomo medicación puedo comer con sal

“Es un error común entre los hipertensos creer que si toman la medicación ya está. Lo ideal es que además de seguir el tratamiento farmacológico, reduzcan el consumo de sal, adelgacen si tienen sobrepeso y hagan actividad física en forma regular”, señala por su parte el especialista consultor en Cardiología Alejandro Gómez Monroy.

7. No me hace falta medicación porque me cuido con la sal

“Cuando uno es hipertenso, reducir su consumo es una buena medida para equilibrar la presión arterial pero a menudo no basta. Las personas con hipertensión arterial tienen que seguir un tratamiento. Y éste va a tener un mayor efecto cuanto menor sea el consumo de sal”, explica Gómez Monroy.

8. Cuando me sube la presión, la controlo tomándome una aspirina

“La aspirina no tiene ningún efecto sobre la hipertensión arterial y no está indicado que los hipertensos tomen aspirina”, cuenta por su parte el doctor López Santi.

9. Donar sangre ayuda a mejorar mi presión arterial

“Donar sangre no normaliza la presión arterial”, afirma el cardiólogo al explicar que “después de donar sangre, el organismo se ocupa rápidamente de recomponer tanto su volumen como la presión arterial”.

10. La hipertensión arterial recién se presenta a partir de la mediana edad

“Si bien es cierto que la mayor incidencia de la hipertensión se da a partir de los 50 años, también puede presentarse antes. Son precisamente los hipertensos más jóvenes los que menos conocen su condición y, por lo tanto, los que menos se suelen cuidar”, advierte por su parte Gómez Monroy.

 

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