Una vez más la lluvia puso en jaque a barrios de la Región

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La persistente lluvia caída anteayer en nuestra zona volvió a originar anegamientos en distintos barrios del casco histórico y localidades de la periferia. De este modo, volvió a quedar evidenciada la extrema fragilidad del sistema de desagües –o su inexistencia en muchos sectores- así cómo, seguramente, la falta de previsiones existente en lo que se refiere al crecimiento urbano, con la extensión de obras de pavimentación y de nuevos asentamientos de viviendas carentes de las previsiones técnicas que debieran adoptarse y que siguen omitiéndose.

Tal como se informó, en esta oportunidad fueron Villa Castells y City Bell las localidades más afectadas, aunque también la lluvia caída causó serios trastornos en Los Hornos, Villa Montoro y Berisso, todas ellas con varias calles totalmente anegadas de cordón a cordón.

En City Bell los vecinos de la zona de 443 bis y 31 señalaron que un barrial intransitable se hizo cargo del lugar y que las muchas familias radicadas allí encontraron imposible tanto entrar como salir de sus hogares. Cabría agregar, también, que algunas calles pavimentadas que antes no sufrían anegamientos, últimamente, durante las lluvias que se registran, se ven cubiertas por verdaderos torrentes de agua.

Por su parte, los pobladores de Villa Castells dijeron haber atravesado una verdadera pesadilla, al haberse anegado completamente varias calles. Uno de los puntos críticos fue la zona de 10 entre 496 y 497, una sector que desde hace varios días se encuentra afectado debido a que se encuentra en proceso de obra de pavimentación. Similares problemas, como se ha dicho, padecieron los vecinos de distintos sectores de Los Hornos, Villa Montoro y Berisso.

Lo cierto es que la falta de obras hidráulicas se sigue haciendo sentir en el distrito. Se sabe que gran parte de la periferia de redes de desagüe, ya que el agua escurre y drena como puede por zanjas de distinta capacidad, algunas entubadas y otras no, en tanto que muchas de ellas se encuentran necesitadas, desde hace mucho tiempo, de trabajos limpieza y desobstrucción.

En muchas oportunidades se aludió a la necesidad imperiosa de que se desobstruyan en forma continuada las redes secundarias de desagües, a la vez que también deberían intensificarse las tareas de zanjeo y limpieza de los pequeños canales que en la periferia vierten sobre los arroyos. Si bien en estos cursos de agua se han ejecutado obras de canalización y limpieza, es preciso realizar trabajos de mantenimiento que debieran ser continuos y no esporádicos.

Está claro que resulta esencial que se concluya en forma prioritaria con el plan de grandes obras hídricas en marcha en La Plata, que resuelva el tema de la infraestructura obsoleta del sistema integral de desagües de nuestra ciudad y el de la red de arroyos de la periferia, incapaz de absorber los grandes volúmenes de agua que la ciudad descarga sobre ellos. Pero además resulta imprescindible que se atienda al sistema secundario que corre por el centro, en barrios y varias localidades vecinas, despejándose a los ductos principales, a las cañerías, a los registros y bocas de tormentas habitualmente tapados por hojarascas y todo tipo de residuos.

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