Equilibrio fiscal, una meta que se posterga

Edición Impresa

Cuando María Eugenia Vidal asumió la gobernación bonaerense , allá por diciembre de 2015, una de las declaradas metas de su gobierno era la de conseguir el equilibrio fiscal para 2020.

Hoy por hoy, la crisis económica, la inflación y la consiguiente devaluación dejaron ese sueño para otro momento. No va a poder ser.

En la mesa chica del vidalismo, reclaman que el gobierno nacional termine de definir el programa de recortes y marque reglas claras a futuro.

Públicamente la mandataria dice que su gobierno está dispuesto a ayudar al Ejecutivo nacional y reclama de sus pares en otras provincias una actitud similar. En otras palabras, que el esfuerzo sea simétrico y compartido.

“¿Cuál es la situación ideal? Terminar de definir los recortes, acordar y negociar con los gobernadores durante agosto para presentar en septiembre el Presupuesto Nacional en el Congreso para que este sea aprobado sin inconvenientes”, se sinceraba a media semana una altísima fuente del gobierno provincial.

El mismo informante, a renglón seguido, aclaraba que aquella situación ideal dependía, lógicamente, de la capacidad de negociación del Gobierno Nacional.

¿Y si ese acuerdo no se logra?, preguntó EL DIA. “Entonces, habrá que meterse en el barro de diputados y senadores...”, fue la respuesta.

“Asumimos que el compromiso de dejar la cuentas provinciales equilibradas en 2020 ya es un imposible. Bueno, lo que necesitamos ahora son reglas claras para saber cuándo vamos a poder cumplir ese objetivo que, tal vez, haya que programar para 2022, o 2023”, se sinceró un alto funcionario provincial.

No está claro cuál será, en definitiva el monto del ajuste al que se someterá la Provincia. Hay en el gobierno, quienes opinan que más que las cifras lo que les interesa es el contenido, y las formas de ese ajuste.

“Se puede paralizar el soterramiento del Sarmiento a la espera de un mejor ciclo económico, pero una cosa es que nos traspasen, por ejemplo, el hospital El Cruce, o el Posadas, que tienen un presupuesto previsible a que nos traspasen las empresas de servicios públicos, donde la maraña de subsidios cruzados, todo lo complica”, parece ser la tónica impulsada desde 6 entre 51 y 53.

Aysa, difícilmente sea aceptada por la Provincia. Edenor y Edesur, estarían dentro del esfuerzo que Vidal está dispuesta a realizar. ¿El transporte? Es, por ahora, es una discusión de resultado incierto que empezaría a despejarse si, como se pide, las tarifas se puedan fijar desde La Plata. Habrá que ver.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE