El oficialismo, obligado a negociar en el Concejo

Edición Impresa

Todo indica que el proyecto de Código de Convivencia Urbana no tendrá una tránsito expeditivo ni exento de obstáculos en el Concejo Deliberante. No sólo por tratarse de un plexo de normas que genera controversias, sino también porque el oficialismo no cuenta con mayoría propia para imponer el texto de la iniciativa tal como la propone el Ejecutivo comunal.

En términos políticos, Cambiemos cuenta con 11 concejales propios y debe sumar al menos un aliado para forzar una votación ajustada con el desempate del presidente del Concejo.

No parece una empresa sencilla, al menos, sin realizar algún tipo de concesión en aspectos controvertidos del proyecto que busca ordenar el desquicio que se vive en el espacio público. Los montos de las multas por las diferentes contraversiones que duplican los valores actuales o la facultad que se otorgará a los inspectores para demorar hasta por 72 horas a los infractores surgen, a priori, como dos aspectos que amenazan con levantar polvareda en el debate.

La correlación de fuerzas políticas en el Concejo y el tenor del proyecto presagian una discusión extensa. De hecho, el Ejecutivo pondrá en debate el nuevo Código de Convivencia con la laxa esperanza de que se apruebe hacia finales de este año. Se verá si la aceleración de los tiempos electorales no mete la cola.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE