En un bar los ladrones evitaron la alarma entrando por el techo
Edición Impresa | 24 de Julio de 2018 | 03:35

Logística, paciencia e impunidad para “trabajar”. Esos fueron activos principales de los ejecutores del robo que sufrieron los propietarios de dos conocidos bares platenses en la madrugada de ayer. Al menos dos ladrones causaron destrozos y escaparon con un botín considerable.
Toda la maniobra fue grabada por las cámaras del local de 44 y 17, que ya había sufrido otros dos hechos similares en abril y junio.
En diálogo con EL DIA, Leandro, encargado de “Bye Henry” y “Cortez”, relató el encargado que comenzó a las 8.45, cuando se disponía a abrir las puertas para iniciar la jornada laboral.
“Abrí algunos minutos antes de las 9 y me llamó la atención que los sensores de la alarma no me tomaran. En ese momento no me imaginé que había pasado algo, por eso seguí con la rutina normal”, dijo.
Sin embargo, al llegar a la barra se encontró con la terrible sorpresa: “Estaba todo desordenado, papeles en el piso, las computadoras dadas vueltas”, señaló.
Temiendo que los delincuentes permanecieran todavía en el lugar, revisó las puertas que dan al patio y a la cocina, sin encontrar nada.
Fue el personal de limpieza quien dio con el hallazgo en el baño de mujeres que está en la segunda planta.
PENSADO Y EJECUTADO
Al observar el método que habían utilizado para ingresar, Leandro entendió que no se trataba de un robo común. “Arrancaron a las 3.30 y terminaron cerca de las 7 de la mañana”, explicó.
Los dos sujetos se habían metido por la claraboya que da a uno de los cubículos y aflojaron todos los focos lumínicos.
Tras permanecer unos minutos agazapados en los que se los ve planificar el siguiente paso, rompieron el durlock y cortaron la chapa -debajo de la bacha- que separa el toilete del salón superior.
“Lo hicieron para evitar el sensor que está a la salida de los baños”, explicó el encargado.
Para no activar la alarma, “arrancaron el transformador y cortaron todo el cableado de la caja donde está la batería”.
Con el espacio despejado, se dedicaron primero a vaciar las cajas. Recolectaron dinero en efectivo -la suma no fue precisada- dos notebooks, celulares, botellas de whisky, cigarrillos y otros elementos de electrónica, que cargaron en bolsos y mochilas.
Rompieron el cielorraso
Luego volvieron al lugar por donde habían entrado, pero esta vez rompieron el cielorraso y huyeron por el techo en dirección desconocida.
“No sabemos más que hacer. Con los últimos dos saqueos reforzamos la seguridad y ahora parece que nada alcanza”, lamentó uno de los dueños.
Todo ocurrió en pocos meses. “La policía no se presentó en ningún momento” a pesar de “haber hecho la denuncia correspondiente”, dijo.
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