Otro gesto norcoreano para abonar la distensión

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WASHINGTON

El presidente Donald Trump agradeció ayer el regreso desde Pyongyang de los soldados estadounidenses que cayeron durante la Guerra de Corea, aunque poco después el secretario de Defensa estadounidense admitió que los restos entregados por Pyongyang podrían ser de otra nacionalidad.

El gesto de Pyongyang se ha tomado como un soplo de aire fresco en sus relaciones con Washington, mientras desde la Casa Blanca se lucha para demostrar que su acercamiento con el líder Kim Jong -un está dando sus frutos: “Quiero agradecer al presidente Kim por mantener su palabra”, dijo el presidente Trump.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, anunció que acudirá a Hawái para participar el 1 de agosto en una ceremonia solemne, antes de que empiecen las arduas labores de identificación de los restos, ya que parece que no todos pertenecen a soldados de Estados Unidos.

“No sabemos quién está en estas cajas”, solo que contienen los restos de soldados muertos durante esa guerra en la que combatieron tropas de 17 países, admitió Jim Mattis a periodistas en el Pentágono. (AFP)

 

 

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