No le sobró nada, pero el Lobo volvió a ganar y sueña

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Por FERNANDO ALEGRE
falegre@eldia.com

Gimnasia hizo otra vez lo que tenía que hacer. Sin brillar en su juego, pero con cierta solidez en su costado, el Lobo volvió a superar a un equipo que milita en una categoría inferior y se metió en octavos de final de la Copa Argentina. Matías Gómez generó el grito mens sana, a los 40 minutos de la etapa inicial, gracias a un gran sprint en el que superó a su defensor y burló la salida del arquero rival.

El tripero ahora espera en la siguiente fase de la Copa, en la se enfrentará con el ganador del cruce entre Boca y Alvarado por 32avos, que luego deberá medirse con San Martín de Tucumán por 16avos.

PEGÓ EN EL MOMENTO JUSTO Y A PARTIR DE UN AVANCE AJENO

Los primeros minutos evidenciaron el arrastre de una extensa pretemporada y, si bien el Lobo mostró cierta superioridad, no logró acercar peligro al arco defendido por Robertino Lanziani.

Recién a los 14 minutos de iniciado el juego llegó la primera acción mens sana. Un centro muy certero de Oreja encontró a un Gómez que sorprendió por el medio y generó una gran respuesta del joven arquero aurinegro.

Inmediatamente después, el elenco comandado por Darío Bonjour tuvo la réplica. Un anticipo de Rodríguez frente a una mala salida de Alexis Martín Arias de los tres palos, finalizó con un cabezazo que se estrelló en el horizontal y encendió las alarmas triperas.

A partir de allí, el conjunto del sur aprovechó los espacios a las espaldas de Rinaudo y Oreja, y se mostró más punzante que un Gimnasia que entró en una meseta.

Cerca del cierre de la primera mitad, y con el aurinegro mostrando supremacía gracias al flojo retroceso albiazul, una escalada de Fornari por el costado izquierdo dejó atrás a Maximiliano Coronel, pero el centro se encontró con el despeje de un bien posicionado Manuel Guanini. Con la pelota en el aire, cruzando la mitad de la cancha, Santiago Silva pivoteó y tocó de primera para Juan Cataldi, quien, con su botín derecho, puso a correr al vació a Matías Gómez. El Monito, mucho más rápido que su defensor, punteó el balón, también burló al arquero Lanziani, y terminó definiendo con su pie izquierdo ante la solitaria meta. Sin mucho merecimiento a su favor, y en un momento que lo tenía algo sometido, el Lobo encontró el desequilibrio en el marcador justo en la previa del epílogo.

Los minutos finales mostraron a un Olimpo que se adelantó y dejó espacios para alguna contra albiazul. En la última del primer tiempo, Rinaudo probó desde afuera del área, pero la redonda murió en las manos del guardametas aurinegro.

ESPERAR CON SOLIDEZ EN EL FONDO PARA PODER LASTIMAR EN ATAQUE

Ya en el complemento, las aproximaciones del equipo de Bonjour se profundizaron y fueron más constantes. Gimnasia se replegó en su campo e intentó apuntar a la segunda jugada o a alguna contra hilvanada por los costados, con la velocidad de los jóvenes Gómez y Cataldi.

Sin embargo, con la monopolización de la pelota y mucha gente alta en campo, Olimpo se acercó al arco de un Martín Arias más seguro que en la primera mitad, que respondió en las pocos ocasiones en las que lo llamaron a participar.

El aurinegro tuvo mucho la redonda, pero sin profundidad para lastimar, y se encontró con la solidez de Oreja por la derecha y la prolijidad de Melluso en la banda de izquierda. Hasta tres cuartos, los de Bonjour se acercaban, pero allí, los distintos centros terminaban en despejes de los centrales o de un solidario Silva en cada una de las pelotas paradas.

Buscando volver a conseguir la pelota y generar a partir de ella, Troglio mandó a la cancha a Licht, Melo y Tifner por Faravelli, Cataldi y un extenuado Gómez.

El Lobo pudo liquidarlo con una buena combinación por izquierda entre los zurdos Melluso y Licht a los 35 del complemento. Sin embargo, el remate del autor del gol ante Sportivo Belgrano, se desvió en un defensa, perdió potencia y murió en los brazos de Lanziani.

Ante un Olimpo ya plenamente en el terreno de la desesperación, Gimnasia contó con algunas otras chances, que encontraban buena y rápida salida, sobre todo con el debutante ex Atlético Tucumán, pero que desfallecían entrando al área aurinegra.

Entre idas y vueltas de uno y otro, Silvio Trucco le puso fin a una historia característica del reversionado equipo de Troglio, al que no se le puede criticar la falta de trabajado y de entrega; que otorga solidez y orden en defensa, pero al que no le sobra, aún con rivales de otras categorías.

Gimnasia volvió a ganar por Copa Argentina. En este caso ante Olimpo, por 1 a 0 con gol de Gómez, y espera por el ganador de Boca-Alvarado y San Martín de Tucumán en la siguiente instancia.

De esta forma, el tercer ciclo de Troglio al frente del club comenzó con dos triunfos en misma cantidad de presentaciones.

El Lobo consiguió los resultados, algo que necesita incluso antes que el buen rendimiento y eso resulta inobjetable. Con la tranquilidad de haber dejado atrás dos instancias de un duro certamen, la mirada ahora se posa en el debut por Superliga, ante Argentinos en el Bosque.

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