“No debería sorprendernos que el trueque se haya vuelto a instalar”

Guillermo Cara *

“Con un índice de pobreza del 30,8%, La Plata terminó siendo el año pasado el cuarto aglomerado de más de 500 mil habitantes a nivel nacional con mayor desocupación del país (10,2%) según datos del propio INDEC. Por eso, considerando que uno de cada tres platenses hoy es pobre y uno de cada de diez está sin trabajo, no debería extrañarnos que la economía del trueque haya resurgido en casi todas las delegaciones de la Ciudad.

Como surge del relevamiento que hicimos en conjunto con el Instituto de Políticas Públicas que preside Ramón Garaza, en La Plata funcionan ya cerca de veinte trueques que van desde iniciativas informales y esporádicas a otras con un alto nivel de participación vecinal. En la mayoría de ellos el tipo de trueque que más se practica es el de ropa por alimentos, en canjes máximos equivalentes a unos 150 pesos, lo que habla de su escala de precariedad.

Mientras que a nivel nacional la política económica dispara la inflación, generando pobres y desocupación, a nivel local los recursos destinados a políticas de desarrollo social son cada vez más escasos, donde se conjuga el recorte y la desinversión. A lo largo de los últimos tres años de gestión, el Municipio ejecuta un 2,5% de su presupuesto en materia de acción social, a pesar de que ellos mismos en sus presupuestos estiman que para cumplir con las metas necesarias se requiere destinarle un 4% del total.

Pero a esa reducción de presupuesto hay que sumarle además el efecto de la subejecución. Tal como lo muestran las últimas dos rendiciones de cuentas, el Municipio dejó sin gastar más de 30 millones de pesos asignados a políticas sociales, privando de esos recursos a las familias platenses en situación de mayor vulnerabilidad. Esto es preocupante y en este escenario tan complejo nadie debería sorprenderse de que el trueque se haya vuelto a instalar”.

* Presidente del Instituto de Pensamiento para la Justicia Social