Pese a su infatigable búsqueda, nunca pudo reencontrarse con su nieta Clara Anahí

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El 24 de noviembre de 1976 cambió para siempre la vida de Chicha Mariani, que de golpe se convirtió en una luchadora que durante más de 40 años buscó infructuosamente a su nieta. Ese día, en plena dictadura militar, un grupo de tareas atacó la vivienda de la calle 30 entre 55 y 56 -hoy museo- que funcionaba como una de las casas “operativas” de Montoneros y donde se escondía una imprenta clandestina. Allí se encontraba su nuera, Diana Teruggi y la pequeña nacida del matrimonio con su hijo, Clara Anahí de 3 meses. Su hijo, Daniel Mariani sobrevivió porque no se encontraba en ese momento en el lugar. En el ataque murió la nuera y otros cuatro militantes, la niña fue secuestrada y el hijo de Chicha fue asesinado un año después también en nuestra ciudad cuando colaboraba con una mudanza de Laura, la hija de Estela de Carlotto.

Prácticamente desde el mismo momento en que se conoció el ataque, incansable y enfrentando todos los riesgos, Chicha comenzó recorrer despachos oficiales, cuarteles, comisarías, iglesias y todo tipo de organismo para dar con la niña. El 24 de diciembre de 2015, una mujer cordobesa llegó a la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo afirmando que ella era Clara Anahí Mariani Teruggi, su nieta desaparecida. Como evidencia aportó un informe en el que se afirmaba “la existencia de un vínculo biológico por la vía paterna”. Sin embargo, la mujer ocultó que el Banco Nacional de Datos Genéticos le había informado que no tenía ninguna filiación. Y desde ese momento la Abuela reanudó la búsqueda.

 

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