Frenan la expansión de la toma en El Retiro pero el núcleo de la usurpación sigue intacto

La Policía despejó las tierras que se prolongan hacia la calle 48, pero en el flanco sur del predio se mantiene el asentamiento ilegal

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El puño cerrado de una mano golpeando sobre la palma abierta de la otra. Así reciben algunos de los referentes de la mega-usurpación de El Retiro a los curiosos. La invitación, inequívoca, deja en claro cuál es el criterio que predomina a la hora de asignar espacios en el predio comprendido entre 155, 158, 46 y 52, tomado desde hace veinte días: si hay plata, hay lote.

Ayer, la avanzada de la ocupación hacia tierras aún descampadas debió replegarse a partir de la actuación de la Comuna y fuerzas policiales, que despejaron los ejes de calles 46 -entre 155 y 158- y 158 -entre 46 y 49-, retiraron postes y cintas, y dejaron una guardia. Sin embargo, el núcleo de la usurpación, en 155 y 50, permanecerá intacto hasta tanto la Justicia no ordene su desalojo.

En ese contexto, la tensión en el barrio no termina de ceder, y las situaciones inquietantes se suceden; tanto la unidad sanitaria de la zona como el predio de una escuela agraria, fueron invadidos y saqueados parcial o totalmente.

Originalmente pertenecientes a una amplia franja rural administrada por el ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, los terrenos afectados por la usurpación están hoy, por partes similares, en la órbita del municipio y el Colegio Agrotécnico Juan XXIII, que instaló allí su campo experimental y deportivo.

Este espacio fue vulnerado por un grupo que las autoridades del establecimiento educativo vincularon con el que comanda la toma.

“Primero empezaron a instalarse en 46 y 158, y cuando les dijimos que las tierras eran del colegio nos decían que era mentira, que eran municipales y nos exigieron papeles” recordó Silvia Romero, directora: “pero cuando se los mostramos no les bastó, se enojaron y metieron en el casco del campo; fue un momento muy complicado, entraron cuando estaban los chicos adentro, y se llevaron todo”.

La docente precisó que “se llevaron todo lo que pudieron, hasta postes y alambres; y lo mismo hicieron con las herramientas guardadas en el Centro Integrador Comunitario de la esquina. Además, le pegaron al nieto del cuidador, que estaba desconsolado porque vivió toda la vida acá”.

El Juan XXIII tiene una matrícula de 160 estudiantes. “Nos sentimos un poco desamparados” advierte Romero: “por suerte quedó una guardia en la zona, pero de todos modos pedimos audiencia con las autoridades de la Dirección General de Escuelas porque hay mucha incertidumbre”.

En el municipio, que pidió a la Justicia que le restituya los campos bajo su jurisdicción -las fracciones situadas en torno al eje de calle 50 entre 155 y 158, aún usurpadas con cercos precarios y casillas-, destacaron que se denunció la “venta fraudulenta de lotes”, y que en el expediente que tramitan la Fiscalía Nº8, a cargo de Hugo Tesón, y el juzgado de Garantías de Juan Pablo Masi, “ya se ordenó el corte del suministro clandestino de electricidad al asentamiento, y la asignación permanente de una custodia”.

Fernando Padován, titular de la subsecretaría de Seguridad platense, subrayó que “no se permitirá el avance de la toma hacia sectores todavía no afectados” y que “si se reiteran los intentos se volverá a actuar para desalentarlos”.

Las parcelas fiscales situadas donde la delegación de Lisandro Olmos limita con las de Los Hornos y San Carlos fueron de la cartera de Agrarios hasta inicios de la década del ‘80 del siglo pasado. A fines de marzo de 1981 se cedieron al Agrotécnico Juan XXIII, de gestión privada, unas siete hectáreas; y se comenzaron a celebrar convenios de uso parcial y préstamos entre los estamentos provinciales y locales.

En 2008, las hectáreas situadas más al sudoeste de la fracción originaria pasaron de la órbita provincial a manos locales, y por la Ordenanza 10490 el municipio las aceptó. La norma reza que se incorporan al dominio municipal “las tierras donadas por la Provincia de Buenos Aires, entre las calles 46 a 52 y de 155 a 156”, para afectarlas “al Programa Federal de Viviendas”.

Sin embargo, se permitió a la Fiscalía de Estado bonaerense usarlos para depositar vehículos interdictos por la Justicia. En 2015, tras la compactación y el traslado de esos automotores, se anunció la creación del “Parque del Oeste”.

Luego hubo un nuevo giro cuando la Comuna suscribió un convenio con la UOCRA local, por el que cedió buena parte del predio para que el Instituto de la Vivienda entregara casas a los afiliados al gremio: sin embargo, nunca comenzaron a erigirse.

 

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