Otros tiempos
Edición Impresa | 24 de Agosto de 2018 | 02:18

Año 1968, el gran Nicolino Locche, “El Intocable”, pelea por el título del mundo contra Paul Fují, japonés y campeón vigente, en la tierra del sol naciente. La pelea es a las 7 de la mañana nuestra -noche en Japón- y toda una familia -o miles- se congrega alrededor de una radio a válvulas para escuchar el relato de Caffarelli.
Por los mismos tiempos -y hasta mucho más acá también- cada vez que Gimnasia o Estudiantes jugaban, por ejemplo, en Rosario, había que prepararse para sintonizar en onda corta alguna radio rosarina que los transmitiera. Y si no se soportaban las interferencias, había que conformarse con los “pip” de las transmisiones de José María Muñoz, tan solo para enterarse si había un gol.
Ya en tiempos más modernos, de la mano de la FM, las transmisiones “de visitante” de La Redonda aliviaban esta situación.
Estas peripecias deportivas las deben recordar muy bien quienes pasaron la barrera de los 50 y un poco más. Pero en la memoria de los abuelos estarán las radionovelas de la tarde, las voces de muchos actores a los que la llegada de la televisión opacó, y hasta la épica pelea de Firpo y Dempsey. Un poco más jóvenes, rememorarán, por ejemplo, haber escuchado o grabado en vivo en un casete TDK el homenaje a Freddie Mercury, en 1992, que transmitió en vivo desde Wembley una FM.
Los chicos de hoy, en cambio, tienen otras facilidades. Pueden mandar mensajes desde Europa o cualquier lugar del mundo donde estén después de haber escuchado el partido del Lobo o del Pincha por la APP de La Redonda, como si estuviesen en La Plata. No saben de interferencias, ni de ondas, ni de válvulas o “pips”. Lo de ahora es mucho mejor, claro. Son otros tiempos. Pero siempre es la radio.
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