Envían un buque al lugar donde podría estar el ARA San Juan
Edición Impresa | 24 de Agosto de 2018 | 02:22

Un buque de la Prefectura Naval Argentina se encuentra en camino a una zona del Atlántico Sur para rastrear si un contacto puntual puede estar relacionado con el ARA San Juan, desaparecido con 44 tripulantes a bordo el noviembre pasado, informaron ayer fuentes de la Armada Argentina.
El navío SB-15 Tango realizará la búsqueda luego de la petición de la jueza Marta Yáñez, encargada de investigar qué le ocurrió al submarino, que atendió al reclamo de uno de los grupos de familiares de los militares desaparecidos.
Desde la Armada, sin embargo, recordaron que ese contacto fue investigado e identificado como “fondo rocoso” en su día por el vehículo submarino (ROV) del buque ruso Panther, que realizó labores de búsqueda meses atrás.
La noticia causó descontento entre otro sector de los familiares, como dijo Luis Tagliapietra, abogado de algunos de ellos y padre del teniente de corbeta Alejandro Tagliapietra, desaparecido a bordo del ARA San Juan: “Esta medida demuestra varias cosas y ninguna buena. El pedido lo hizo desde el desconocimiento de la causa y del lenguaje naval”, aseguró.
“Es un acto mediático. A la jueza le importa más cuidarse mediáticamente”, consideró el representante de un grupo de familiares que marcharon la semana pasada para que el Gobierno reanude la búsqueda al cumplirse nueve meses desde la desaparición de la nave.
El “Seabed Constructor”, un barco de Ocean Infinity, la compañía estadounidense elegida por el Estado en agosto para continuar la búsqueda, ya se encuentra camino de la ciudad portuaria de Comodoro Rivadavia después de zarpar desde Sudáfrica.
Renuncia
Por otra parte, el almirante Gabriel González, ex jefe de la Base Naval Mar del Plata, expresó en las últimas horas que meses atrás, específicamente en noviembre pasado, dejó su cargo “porque no se le decía la verdad a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan”.
En el marco de su declaración en el juzgado de Caleta Olivia, González relató que “un día llegaron el ex jefe Marcelo Srur y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y les dijeron que habían detectado siete llamadas desde el submarino. Pero eso no era verdad. Los familiares se pusieron contentos pero yo traté de calmarlos porque sabía la realidad de las cosas”.
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