Golpe al barrio que empezaba a conocer a sus nuevos vecinos

La vida conyugal de Juan Ignacio y Sabrina parecía signada por la dicha, con planes que paulatinamente se iban cristalizando de acuerdo a sus expectativas.

Allegados a ambos, que en la esquina de 116 y 33 contemplaban los movimientos del operativo policial y judicial que se desarrollaba frente a la casa de aquellos, revelaron a este diario algunos aspectos sobresalientes de la larga relación de estos jóvenes.

Pero el dato más impactante que surgió entre quienes conocían a Sabrina y Juan Ignacio es que “mañana (por hoy) se iban a ir a pasear a Disney”.

“Inclusive -dio a conocer una vecina- ya tenían reservado hasta el remís que los iba a llevar al aeropuerto de Ezeiza”.

La misma frentista conjeturó luego que “a lo mejor, el que los atacó fue a la casa porque sabía del viaje y habrá pensado que podía robarles dinero que iban a llevar. Pudo haber sido una batida”.

UN LARGO NOVIAZGO

Por su parte, una joven que sólo se identificó como “conocida del grupo de amistades de Juan Ignacio”, dio a conocer a EL DIA, acompañada por un hombre, que “los chicos se conocían desde que eran adolescentes. Tuvieron un largo noviazgo y recién se casaron hace dos años”.

También hizo saber que “para comprar su casa tuvieron que sacar un crédito. Les costaba mucho sacrificio económico tener su propia vivienda, a la que además le destinaban bastante dinero para refaccionarla”.

“No podemos creer lo que pasó, es todo muy injusto. Ahora espero que Juan Ignacio pueda recuperarse de las heridas, pero será tremendo para él haber perdido a su compañera”, expresó luego.

Tanto un vecino como una vecina, por separado, revelaron que “al padre de la chica también lo asesinaron”, aunque en ambos casos aseguraron desconocer en qué circunstancias.

Una señora mayor, que miraba atentamente el operativo policial desde la esquina de 116 y 33, aludió a que “a la chica la vi un par de veces, aunque no tuvimos oportunidad de charlar”.

“Me pone muy mal saber que ahora está muerta y que hayan lastimado además a su esposo”, acotó.

Al lado suyo, una mujer comentaba que “el Ford Fiesta Kinetic bordó que está arriba de la vereda, frente a la casa, es de ellos”.

Un joven que no salía de su asombro por lo que pasaba en el barrio, le dijo a este diario que “paso bastante seguido por esta cuadra para ir a tomar el micro de la Línea Norte. Y varias veces vi a cuatro o cinco albañiles trabajando en la casa de esta pareja”. No faltaron quienes al ver el operativo creyeron en un robo.