Maduro autoriza a privados a negociar divisas tras 15 años de prohibición
Edición Impresa | 3 de Agosto de 2018 | 02:44

CARACAS
Tras 15 años de prohibiciones, Venezuela autorizó ayer a realizar transacciones de divisas en casas de cambio, para atraer capitales y paliar la hiperinflación aunque según expertos su impacto será limitado.
A pedido del presidente Nicolás Maduro, la oficialista Asamblea Constituyente derogó una ley que castigaba con multas y penas de hasta 15 años de cárcel a quienes realizaran operaciones al margen de un rígido control cambiario.
“Los actores económicos quedan facultados para dirigirse a las casas de cambio que serán autorizadas por el Ejecutivo y hacer cualquier operación de manera legal y segura”, señaló el vicepresidente de economía, Tareck El Aissami, ante la Constituyente.
Según el decreto, el gobierno socialista, enfrentado a cuatro años de recesión, busca otorgar “las más amplias garantías” para integrarse al “modelo de desarrollo socioeconómico y productivo del país”.
Desde que fue impuesto en 2003, el control de cambios dio al Estado el monopolio de las divisas y la potestad de fijar la tasa, pero la falta de liquidez disparó un mercado negro donde las cotizaciones multiplican por 30 la oficial.
Analistas sostienen que ese diferencial potencia la corrupción y genera presiones inflacionarias, dado que la mayor parte de las importaciones privadas se realizan con dólares del mercado paralelo.
El FMI proyecta para 2018 una caída del PBI de 18% y una inflación de 1.000.000%, escalada que obligó al gobierno a eliminar cinco ceros a la moneda local, el bolívar, a partir del próximo 20 de agosto.
El objetivo es “devolverle a la clase trabajadora su poder adquisitivo” y quebrar los “marcadores paralelos que pretenden desestabilizar nuestro sistema financiero”, afirmó El Aissami.
La reforma también pretende incentivar la inversión extranjera, al permitir que las empresas “puedan repatriar sus capitales”, había dicho el ministro en días pasados.
Si bien esta semana admitió el “fracaso” de su modelo de producción, Maduro atribuye el alto costo de vida a una “guerra económica” de la oposición y de EE UU, que le impuso sanciones financieras.
La medida no precisa cómo se fijará la tasa en las casas de cambio ni qué pasará con la oficial, en la práctica intrascendente ante la baja asignación de divisas por parte del Estado, lo que da primacía al mercado negro.
La medida que abre el juego a las casas de cambio tendría, sin embargo, un efecto limitado, pues excluye a la banca. (AFP y AP)
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