Por M. SPEZZAPRIA.- Horas de extrema tensión en el Gobierno y consultas reservadas en el PJ

ANALISIS POR MARIANO SPEZZAPRIA

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, tenía previsto este mediodía asistir a una reunión en el Colegio de Abogados porteño pero bajó ese compromiso de la agenda. Ahí iba a sacarse una foto con la gobernadora María Eugenia Vidal, cuya cercanía suele ser requerida por los dirigentes de Cambiemos que están en aprietos, como una suerte de respaldo frente al electorado propio.

Pero Peña optó por quedarse en la Casa Rosada. Allí pasó buena parte de la mañana –mientras se disparaba nuevamente la cotización del dólar- junto al presidente Mauricio Macri, quien se recluyó en su despacho junto al jefe de Gabinete y otros funcionarios también cuestionados, como Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. El mandatario ratificó así la continuidad del tridente de la JGM.

En el Gobierno saben que existe presión política y empresaria para que Macri haga cambios en el Gabinete que oxigenen la administración y contribuyan a aquietar los ánimos encrespados de los mercados. Y la política a veces es ingrata: los hombres de negocios que lo aplaudieron esta mañana en el Council de las Américas, reclamaron su renuncia ni bien se retiró del hotel Alvear.

El jefe de Gabinete viene haciendo lo suyo. A primera hora, aseguró que el país no asiste a un "fracaso económico", por lo que no es necesario cambiar funcionarios. Sus palabras se escucharon en paralelo a la apertura del mercado cambiario, que registró otra disparada del dólar. Incluso, pequeños ahorristas manifestaron su temor a la instalación de un corralito como el de 2001.

En forma paralela, el riesgo país trepó hasta los 728 puntos básicos, lo cual volvía a impactar sobre los bonos y las acciones de las compañías argentinas. A la vez que en el mercado circuló el rumor de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no estuvo de acuerdo con anticipar los desembolsos del FMI y que fue, en rigor, una idea del presidente del Banco Central, Luis Caputo.

Dujovne es otro de los funcionarios apuntados en medio de la crisis. Anoche ratificó que la "unida salida" es ajustar los gastos del Estado y achicar el déficit fiscal. En el Gobierno se encendieron luces de alarma cuando un grupo de gobernadores del PJ se reunió para acordar una postura conjunta de cara a la negociación del Presupuesto 2019, que plasmará el recorte.

Ese encuentro, del que también tomarán parte Sergio Massa, Miguel Pichetto y el triunvirato de la CGT, se repetirá el próximo martes, pero este mismo jueves había consultas entre gobernadores y sus ministros de Economía frente a la agudización de la crisis cambiaria. Una reunión que estuvo a punto de realizarse en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) pero se canceló a último momento.

Es que los sectores del peronismo moderado –el PJ Federal, el massismo- no quieren aparecer fomentando la debilidad del Gobierno, algo que hacen sin reparo desde el kirchnerismo, que por lo bajo convoca a sus militantes a motorizar un cacerolazo esta misma noche.

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