Escuelas olvidadas, en primera persona

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Distintos distritos. Cercanos. O no tanto. O muy distanciados. Pero todos unidos por historias (no iguales) pero sorprendentemente similares. Lo extraño, o mejor dicho imposible, es no cruzarse en cada rincón de la Provincia con un relato de escuelas “en crisis”.

“Hace 10 meses que se incendió la Primaria 23”, recordó Angie Zaña, maestra de 1º grado de la escuela de 7 y 601, en La Plata. “Sólo porque nos movilizamos decenas de veces, llamaron a licitación para construir el nuevo edificio, pese a que al principio habían dicho que no iba por licitación porque era un caso de emergencia. Así y todo, llevamos un mes y no se firmó el contrato y nadie nos dice nada. Mientras, los quintos y sextos grados a la mañana y los segundos, terceros y dos cuartos a la tarde, dan clases en aulas precarias que se armaron en el camping del Sagrado Corazón. Y acá, en lo poco que quedó del edificio, lo hace un cuarto y los tres primeros. Nenes de 6 años que usan baños químicos. No tienen agua para lavarse las manos, por lo que les ponemos alcohol en gel. Tampoco hay espacio para el comedor. Comen en la galería, a la intemperie”, cerró Angie.

Escuela especial

“Hace más de dos años, el edificio nuevo de la Escuela Especial 502 de San Martín, encarado por el gobierno nacional y, en ese entonces, en un estado de avance del 95%, quedó paralizado. Aunque parezca mentira, a día de hoy sigue así, deteriorándose, mientras los chicos, con discapacidades motrices, continúan en el inmueble ubicado en pleno centro de Ballester, pequeño, en malas condiciones y no apto para una escuela especial. Sólo se puede hablar de desidia e inoperancia, cuando tanta inversión del Estado se desaprovecha de esta manera y se impide a los alumnos disfrutar de un lugar grande y edificado con todo lo que ellos necesitan por su problemática”, contó a este diario José Luis Nogueira, titular del Suteba San Martín-Tres de Febrero.

Más de 2 años esperando

“Hace más de dos años y medio que se frenó la obra, pese a que está muy avanzada, de la Escuela Primaria 28 del barrio Santa Marta de Ezeiza. Eso provoca que las escuelas 22 y 18, las más cercanas, sufran de superpoblación, a punto tal que la 22 tiene entre 47 y 48 chicos por grado, por lo que las maestras han sacado los escritorios afuera, ya que no entran en las aulas. Y en Esteban Echeverría ocurre lo mismo con el casi terminado edificio del Jardín de Infantes 938. En este caso hay que resaltar que en el distrito hay más de 5.000 niños sin vacantes en el nivel inicial. Esta es la desidia y el abandono que denunciamos”, señaló Dante Boeri, secretario general del Suteba Esteban Echeverría-Ezeiza.

 

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