Salen a denunciar el “colapso” del centro de salud de El Mercadito

Escuelas, comedores barriales y vecinos realizarán hoy un abrazo simbólico a su salita sanitaria frente a la falta de insumos básicos y personal en un contexto social crítico

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NICOLÁS MALDONADO
nmaldonado@eldia.com

Tras meses de funcionar con pérdidas de gas recurrentes, falta de insumos básicos y un plantel profesional cada vez menor, la orden de traslado de una médica clínica del centro de Salud de El Mercadito desató la reacción de los habitantes de ese barrio, uno de los más pobres de la Ciudad. Frente a esta situación, comedores barriales, escuelas y vecinos del lugar anunciaron que realizarán hoy un abrazo simbólico en defensa de esa unidad sanitaria, único centro de atención primaria para una población socialmente crítica que no para de crecer.

“Si la situación en la que ya venia funcionado era cada vez más difícil, ahora con una médica menos se vuelve imposible de sostener”, explicaban ayer desde la Mesa Barrial de Ringuelet y Tolosa, la entidad que convocó a los habitantes del barrio a sumarse hoy a las 11 a una movilización para garantizar el funcionamiento de su Centro de Salud.

La gota que parece haber rebalsado el vaso fue la orden de traslado (no confirmada oficialmente por el Municipio) de una de los dos médicas generalistas con que cuenta esa unidad sanitaria, una medida que vendría a agravar la creciente falta de personal frente a una demanda de atención cada vez mayor.

“El plantel de profesionales del Centro se ha venido reduciendo por distintas razones a lo largo de los últimos meses y la Secretaria de Salud nunca nombró personal para su reemplazo. Primero se fue la psicóloga, después falleció la obstetra. Ahora sólo contamos con una médica clínica, un odontólogo y dos generalistas, a una de las cuales la quieren trasladar a un centro de control antirrábico para que atienda mordidas de perros. Resulta un disparate si se tiene en cuenta que para poder conseguir un turno en nuestra salita hace falta ir a las 5 de la mañana y aún así todos los días quedan personas sin poder atenderse”, aseguran desde la Mesa Barrial.

El problema no se limitaría sin embargo a la creciente merma de profesionales, cuenta Juan Martín Mirada, el jefe de residentes del Centro de Salud. “Aunque se suponía que el Barrio Nuevo (un plan de viviendas inaugurado recientemente en la zona) iba a contar con una salita sanitaria propia, ésta nunca se llegó a construir, por lo cual a la demanda habitual se le sumaron unos dos mil vecinos más que vienen ahora en busca de atención”.

Los habitantes de El Mercadito y Barrio Nuevo no son con todo los únicos que acuden a ese centro de salud. Y es que su área de atención asignada abarca también los populosos barrios de El Churrasco, La Unión, La Vieja Unión, La Bajada y Ringuelet, una área donde se calcula que viven cerca de 10 mil personas, muchas de ellas en situación de alta vulnerabilidad social.

FALTA DE INSUMOS BÁSICOS

Como reconocen desde el propio Centro de Salud de El Mercadito, a la creciente demanda de atención se le sumarían serias deficiencias edilicias y la falta de insumos básicos para dar respuesta a algunas de la principales problemáticas que reciben en forma habitual.

“En una zona con una alta prevalencia de deficiencias alimentarias y embarazos no deseados, nos vienen faltando tanto hierro pediátrico para prevenir anemia y problemas de desarrollo en los chicos como anticonceptivos inyectables”, asegura Mirada al describir la situación.

“Pero además tenemos serios problemas con el gas -cuenta el jefe de residentes del Centro de Salud-. Después de haber pasado casi todo el invierno con pérdidas de gas y estufas a medio funcionar, lo que nos obligó a suspender varias veces la atención, esta semana volvimos a tener una pérdida que obligó a cerrar la llave central”.

 

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