Las demoras son una causa central que es necesario trabajar

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Por PATRICIO ALARCÓN
Coordinador general de la investigación

Al analizar las percepciones sobre las causas que disparan episodios de violencia en hospitales, el tiempo de espera ocupa un lugar central. Uno de cada tres agresiones físicas o psicológicas aparecen atribuidas a esta causa que atraviesa a todos los actores del sistema de salud en general. Para acceder a un turno de atención o un medicamento los pacientes tienen que esperar -a veces más de lo que sus padecimientos lo admiten-, pero también los médicos tienen que esperar hasta semanas enteras para obtener un quirófano o un insumo que les permita llevar adelante una intervención. En otras palabras, sea como pacientes o como trabajadores de la salud, todos sufrimos los tiempos demasiado dilatados de un sistema que no funciona bien. Por eso creemos que acotar los tiempos de espera, ya sea disminuyendo la burocracia o aumentando los recursos tanto materiales como humanos, se impone como una estrategia clave para frenar la violencia en el ámbito de la salud.

De todas formas, no todo pasa por destinar más fondos y más personal. También se pueden reducir tiempos de espera con una mejor organización. Como manifestaron muchos de los médicos consultados para este estudio, aquellos hospitales que incorporaron en sus guardias el triage (un sistema de selección de pacientes en función de su gravedad) lograron reducir significativamente las demoras más críticas y de, esta forma, también muchas situaciones de tensión.

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