Ante las amenazas, blindan escuelas y cambian la lógica de evacuación

La falta de coherencia alimenta los llamados de intimidación. Es lo que surge de la investigación en marcha. Las hipótesis

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El jueves, integrantes de la Brigada de Explosivos revisaron el Normal 1 antes de que ingresaran los alumnos. Luego se quedaron en la puerta de la escuela. Poco después hubo una amenaza de bomba. Se les hizo escuchar el audio a los directivos. Era un menor. No evacuaron y Explosivos revisó el colegio nuevamente. Pero las autoridades del establecimiento avisaron a sus superiores y terminaron desocupando el edificio.

“Un sinsentido absoluto. No hay coherencia alguna en la aplicación del mecanismo de evacuación. Se decide automáticamente y provoca un doble efecto negativo: retroalimenta las llamadas porque les garantiza el éxito, por un lado, y expone a los chicos y chicas a un riesgo mayor, como es estar en la calle durante horas, por el otro”. Las contundentes afirmaciones, que surgen de la investigación judicial que se lleva adelante sobre el flagelo de las amenazas de bomba, son la base de medidas de corto y mediano plazo que se tomaron para ponerle fin a una problemática que, este año, hizo perder a miles de alumnos de la Región más días de clases que los paros y los problemas de infraestructura.

En primer lugar, se blindarán las escuelas más afectadas por esta práctica que, de acuerdo a la pesquisa en marcha, podría tener motivaciones que irían más allá de bromas de adolescentes, aunque en muchos casos hayan sido menores los “pescados in fraganti”.

Blindaje y capacitación

En el propio Normal 1, el colegio Basiliano y las escuelas medias de Berisso y otros establecimientos altamente afectados por las amenazas, se realizarán controles preventivos, es decir, previos al ingreso de los estudiantes, y luego quedará una guardia en la puerta. Es lo que en medios judiciales y de las fuerzas de seguridad denominan “blindaje de escuelas”.

De más está decir que tras el exhaustivo control preventivo y la permanencia de una guardia durante el horario escolar, no habrá evacuaciones por más llamados que se realicen.

En tanto, en una iniciativa que entrará en vigor a mediano plazo, las carteras de Educación y Seguridad de la provincia de Buenos Aires ya se encuentran elaborando un nuevo protocolo de evacuación. La consigna del mismo podría ser “primero se investiga, luego se evacúa (o no)”.

Se capacitará al personal de la escuela para realizar chequeos rápidos y seguros cuando llegue una amenaza. En un principio, con la compañía de personal policial. Si en el relevamiento no se detecta ningún elemento extraño y, además, la llamada no es evaluada como peligrosa por los especialistas, la escuela en cuestión no será evacuada.

En rigor, los expertos señalaron que así actúan las principales fuerzas de seguridad del mundo. “Si hay una amenaza de bomba en un aeropuerto, no se evacúa hasta no realizar una investigación previa. Si ante cada intimidación se desocuparan en forma automática las estaciones de trenes, los grandes centros comerciales, los estadios de fútbol y demás, la vida cotidiana no se desarrollaría como la conocemos”, subrayaron para ejemplificar.

En esa línea, de la investigación se desprende que dar con un adolescente, con cinco o con diez no llevará a ningún lado si las llamadas siguen teniendo el éxito que tienen. Es eso lo que las retroalimenta. En cambio, un sistema eficaz de evaluación de riesgos concreta desalentará a los que amenazan, ya sean chicos o gente con motivaciones incluso políticas, dos de las líneas de investigación que se siguen.

Según pudo saber este diario, hay fuertes sospechas sobre gente que estaría articulando amenazas en La Plata y Berisso -los dos distritos más afectados- y conocimiento de que varios llamados a muy diversas escuelas fueron realizados desde un mismo teléfono.

 

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