Por los aranceles, China llama “matón comercial” a EE UU

Ayer entraron en vigor los nuevos gravámenes que ambos países se impusieron en forma recíproca, en una disputa que podría enfriar el crecimiento de la economía mundial

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BEIJING

El Gobierno de China acusó ayer al de EE UU de “matonismo comercial”, en el día en que entraron en vigor aranceles a las exportaciones chinas al mercado norteamericano por valor de 200.000 millones de dólares y tarifas similares de ventas de EE UU al país asiático por 60.000 millones.

Los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump ya afectan al 12% de las importaciones totales de EE UU este año.

Desde que entró a la Casa Blanca, en enero de 2017, Trump reclama a China poner fin a prácticas comerciales que considera desleales y que según él restan inversiones y destruyen empleos en EE UU. “Estas prácticas son una grave amenaza a largo plazo para la prosperidad económica de EE UU”, dijo al anunciar los nuevos aranceles la semana pasada.

Beijing respondió acusando a Washington de hacer “acusaciones falsas” y de utilizar “el aumento de los aranceles y otros medios de intimidación económica, para intentar imponer sus propios intereses en China por la vía de una presión extrema”.

La crítica la emitió el Consejo de Estado chino en un documento sobre las tensiones económicas y el comercio con Washington, estimando que desde la llegada de Trump “con el lema ‘EE UU primero’” Washington adoptó “el unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica”.

Las tarifas son una “presión extrema” a la que China ha intentado responder con “el mayor nivel de paciencia y buena fe”, mientras Washington “se contradice a sí mismo y reta constantemente” a la economía china, subrayó el informe.

El domingo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró a la cadena Fox que iban “a ganar” la guerra comercial.

La medida de reciprocidad de China sobre productos estadounidenses por 60.000 millones de dólares se aplica sobre una lista de 5.200 bienes con aranceles de entre 5% y 10% que incluyen productos clave para EE UU, como el gas natural licuado, la electrónica, el aceite de menta, el cuero de cerdo y los preservativos.

Las nuevas medidas de Beijing suponen que China impondrá aranceles a productos estadounidenses por un valor total de 110.000 millones de dólares, es decir, casi todo lo que China compra a EE UU.

Trump amenaza ahora con pasar a la “fase tres” de la guerra comercial, con aranceles a productos por un monto adicional de 267.000 millones de dólares, es decir, todos los bienes que EE UU compra a China.

La esperanza de resolver el conflicto se diluye tras el anuncio del Wall Street Journal de que China canceló una visita de su equipo negociador a Washington prevista entre el 27 y el 29 de septiembre. Las últimas negociaciones, en agosto, no concluyeron con avances.

ADVERTENCIA DEL FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió la semana pasada que el enfrentamiento comercial entre China y EE UU podría tener un “impacto significativo” en ambas economías. Y la agencia de calificación financiera Fitch recortó su estimación de crecimiento económico en China para 2019.

La nueva batería de medidas sobre las importaciones de productos chinos llevará los aranceles a 10% hasta fin de año y a partir de ahí a 25%. Los productos de la lista estadounidense incluye receptores de voz digitales, módulos de memoria, computadoras y fotocopiadoras.

Sin embargo Washington tuvo que retirar de la lista inicial unos 300 tipos de productos -como relojes inteligentes, aparatos de bluetooth, sillas para autos o cascos de bicicleta- por las quejas de empresas como Walmart o Apple. Walmart advirtió que si se imponen más aranceles a productos chinos no tendrá otra opción que aumentar los precios en sus tiendas.

Las autoridades estadounidenses insistieron en que la puesta en marcha escalonada dará tiempo a las empresas para encontrar nuevos proveedores.

Los analistas, que acusan a EE UU de lanzar “la mayor guerra comercial de la historia”, creen que Beijing podría ahora tomar medidas más duras contra empresas estadounidenses en China o restringir las exportaciones de productos cruciales. (EFE, TÉLAM Y AFP)

 

 

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