No están todos: dicen que hay integrantes de la “Banda de Ioio” que aún no cayeron

Tras los 20 allanamientos del viernes que dejaron 9 detenidos, quedan al menos otros dos sospechosos de narco delitos por los que se investiga a la organización referenciada con Villa Catella

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“Falta detener un par”, lacónico, avisaba en las últimas horas uno de los investigadores judiciales con voz de mando en la causa que el viernes pasado promovió las detenciones de buena parte de una familia con historia en Villa Catella, bajo la acusación de conformar una organización dedicada a la comercialización de drogas.

Un ex integrante apuntado habría armado una sociedad con la pareja de un barra

Según la hipótesis, la denominada “Banda de Ioio” todavía tendría algunos presuntos integrantes en la calle y a la vez habría otras personas sobre las que apuntaría la mira de la Justicia por un pasado reciente vinculado con actividades que transgreden la Ley 23.737, que pena la tenencia y comercialización de estupefacientes.

Un ex integrante apuntado habría armado una sociedad con la pareja de un barra

Al caer detenido “Ioio”, a fines de 2017, el manejo de la calle habría pasado a un hermano menor

 

De eso se acusa a buena parte de los integrantes de la familia Mercado, en uno de los casos judiciales resonantes vinculado al narcomenudeo en la Región. Entre los datos más llamativos: según los pesquisas, Ezequiel “Ioio” Mercado, manejaba las actividades del presunto clan con un teléfono celular mientras permanecía detenido en la Unidad Nº 9 de Olmos, a raíz de investigaciones por robos y drogas. También estaba en esa cárcel y ahora sumó un nuevo cargo, uno de los hermanos, Fabián el “Bali”. Lo mismo ocurrió con Kevin el “Pollino”, que estaba detenido en la comisaría de Punta Lara. El cuarto hermano, Braian el “Bebe” era el único que estaba en libertad. Lo mismo ocurrió con Yolanda la “Yoli” Farías, madre de los cuatro y ahora acusada de estar bien cerca de Ioio en el organigrama, igual que su pareja Oscar “Cubito” Cabrera. En los operativos también fue arrestado Héctor “Gorosito” Farías, padre de la “Yoli” y Mario Ucello, a quien la Policía le adjudicó tareas de custodia de autos de la banda y droga (ya recuperó la libertad). En el esquema también se involucró a otra familia de Catella con casa lindante por el fondo a la de la “Yoli”: el “Tape”, su hijo Ian Bustos y su pareja, Adela Bustamante.

Medio kilo de cocaína

Para los investigadores, hay más por aclarar y en ese camino se mantenían en el inicio de la semana. Las hipótesis se manejan con discreción, pero según pudo saber este diario, las patrullas policiales podrían volver en breve a uno de los domicilios de la familia Mercado que la semana pasada fue allanado. No estaban los dueños pero los policías encontraron más de medio kilo de cocaína. Ahora, un familiar “libre” podría tener que dar explicaciones por esa droga.

Siempre según las versiones vinculadas a la investigación, la lista de detenidos podría sumar por el lado de los presuntos aliados de lo que se presenta como una banda con lógica familiar. Tan fuerte habría sido la importancia de la sangre en la definición del liderazgo que en el momento en que fue detenido “Ioio”, a fines del año pasado, la sucesión del manejo de la actividad cotidiana en el territorio habría pasado a manos de uno de los hermanos más chicos, todavía en libertad entonces.

Mientras uno seguía comandando con un teléfono, desde Olmos, otro “hacía calle”.

La situación habría abierto una grieta con un socio externo de la familia, quien habría optado por alejarse del clan en busca de otros negocios. La historia que cuentan hoy en cercanías del expediente judicial vuelve a traer a la escena al “socio” que partió entonces. “No se bancó ser conducido por uno de los más chicos de la banda y se fue a buscar por otro lado, armando una sociedad con la mujer de un barra brava que está detenido”, apuntó un funcionario que viene investigando desde hace varios años las actividades delictivas en Villa Catella, el enclave ensenadense que linda con La Plata siguiendo en la traza de la avenida 122 a la altura del Barrio Hipódromo.

Proveedores y clientes

La mirada hacia atrás estaría planteada en función de escuchas a conversaciones telefónicas que se realizan desde abril de 2017.

La fuente consultada ayer también apuntó, entre los objetivos de la pesquisa, a los proveedores de cocaína y marihuana que habría tenido la presunta organización. Se investigan líneas que conducen a la capital federal y al Gran Buenos Aires como destino de aprovisionamiento de la droga que, según las acusaciones, se distribuía a dealer barriales en la Ciudad.

Las escuchas son clave para la comprensión de la dinámica de la banda. En la causa se sigue trabajando sobre los teléfonos secuestrados en pasado fin de semana. El que se incautó en el pabellón donde está alojado “Ioio” guardaría información de especial gravitación, como una lista con cerca de medio centenar de nombres de presuntos integrantes de la cadena de distribución y clientes.

En la UFI Nº 1, a cargo de la fiscal Ana Medina y la Ayudantía Fiscal Especializada en Estupefacientes (Marcos Vogliolo) esperaban ayer por las diligencias que se realizaron ante los tribunales en los cuales se tramitan otras causas por las que están detenidos los hermanos “Ioio”, “Bali” y “Pollino” como para llamarlos a la primera declaración indagatoria.

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