Para Guillermo, fue el partido número 100 como técnico boquense, y la nota en la previa la dio Maradona, porque faltó al homenaje previsto

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El partido de anoche contra Vélez en la Bombonera representó el número 100 para los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto en la conducción del equipo de Boca, y a modo de reconocimiento la Comisión Directiva les entregó una plaqueta y una camiseta azul y oro.

La ceremonia se produjo antes de que la pelota comenzara a rodar, tras el saludo de Guillermo a Gabriel Heinze, su colega velezano, y mereció un aplauso de los fanáticos que también saludaron la reaparición, como titular, de Carlos Tevez, otro que también fue en busca de Heinze para abrazarlo.

En la previa de anoche estaba previsto también un homenaje a Diego Maradona, que había prometido su regreso a la cancha de Boca, pero a última hora se bajó.

El motivo era que el 14 de agosto se cumplió un nuevo aniversario (el 37º) del título Metropolitano que Boca consiguió en 1981, con el “10” como estandarte.

Según estaba programado, Maradona recibiría una réplica de la camiseta que utilizó en aquel torneo, y había sido grande la expectativa generada a nivel público por la vuelta de Diego al césped del estadio Alberto J. Armando.

Al ser notificado, Diego destacó que “está bueno que este reconocimiento me lo hagan en vida, así lo puedo gozar. Acá estamos acostumbrados a hacerles homenajes a los muertos”.

Todo bien, pero el acto quedó postergado por ausencia del protagonista principal por motivos que no fueron debidamente explicados por la organización.

Volviendo a Guillermo Barros Schelotto, y más allá de lo que tuvo que ver con su partido 100, aconsejó no ceder al juvenil Leonardo Balerdi para que sea sparring de la Selección en oportunidad de los ensayos que vienen con Guatemala y Colombia. Lo quiere tener a disposición para el partido con San Martín de Tucumán por la Copa Argentina.

 

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