Por falta de aulas, en Gorina van a la escuela hasta las 23

En tanto, en la 59, docentes alquilaron un dispenser. El colegio, de jornada extendida, está sin gas hace un mes

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Los adolescentes de Gorina van a la escuela de 6 de la tarde a 11 de la noche. No es un bachillerato nocturno. Es que tienen 3 aulas para 300 alumnos y alumnas: no hay espacio.

La Secundaria 37 de Gorina funciona en el edificio de la Primaria 92, en diagonal 6 y 485. Hace un tiempo lograron que la construcción de otras tres aulas figurase entre los objetivos “prioritarios” del Fondo Educativo de la Municipalidad de La Plata. “Nunca más aparecieron”, contó la profesora de Construcción de la Ciudadanía, Silvia Laura Giffoni.

Tras subrayar que en materia de infraestructura “la escuela tiene todos los problemas”, ejemplificó la situación: “Le doy clases al segundo año del turno mañana, que cuenta con 44 alumnos. Y lo hago en la mitad de la biblioteca, que fue acondicionada como se pudo. Entonces, una semana vienen 22 y a la siguiente los otros 22. Tienen que turnarse. Lo mismo le ocurre al segundo del turno tarde”, puntualizó.

Hay dos primeros, dos segundos y dos terceros. Una mitad tiene clases a la mañana y la otra, a la tarde. A los cuartos, quintos y sextos, sin espacio alguno, los ubicaron a la noche, de 18 a 23.

Cansados de dar clases en esas condiciones, que se suman a filtraciones, paredes y cielorrasos que amenazan todo el tiempo con desprendimientos, cables expuestos sobre los que cae agua cada vez que llueve, sillas y mesas en pésimo estado, luces que no funcionan, ventanas y puertas rotas, falta de vidrios y más, los chicos y las chicas grabaron un video que difundieron por las redes sociales. Luego de una serie de imágenes que no remiten precisamente a una escuela, dicen: “Queremos que nos escuchen. En 2016 empezamos a movilizarnos para que construyan los 3 salones que faltan y reparen las cosas. Ya en 2018 y todavía no hay nada. Los alumnos quieren que el turno vespertino no esté más!”.

“Lo peor de todo esto es que al terminar tercer año muchos abandonan porque no pueden ir a escuelas que quedan lejos”, realzó la docente.

UNA EMPANADA

Hace más de un mes que la Secundaria 59 y la Primaria 81 de Villa Castells no tienen gas. Es decir que no tienen cocina. Y la secundaria es de jornada extendida.

“Entre el personal y algunas familias alquilamos un dispenser para que los chicos y chicas puedan tomarse algo caliente. Por lo demás, se tienen que arreglar todo el día con las viandas que envían. Hoy, una empanada de pollo y una manzana. El otro día, una pizzeta y una barra de cereal. Y a aguantar todo el día”, describió el director Gustavo Jara.

Hizo un racconto. “Hace más de un mes avisamos que no funcionaba ninguna estufa y que había vidrios rotos. Trajeron las nuevas y las colocaron. Luego, el matriculado que hizo la inspección dijo que había tres mal puestas. Y, además, una conexión mal hecha en la cocina. Cortó el gas. Hoy (por ayer) trajeron la cocina grande, de 8 hornallas. Pero no entra. ¡Tuvieron un mes para tomar las medidas!”, casi exclamó, y recordó que “también hay que cambiar toda la instalación eléctrica, pero sobre eso no tuvimos noticia alguna”.

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