Fuerte incremento en el año pasado de la carga impositiva que aplican los municipios

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La carga fiscal que aplican los municipios empezó a ganar lugar en la atención de las autoridades nacionales., debido al impacto cada vez más significativo que tienen sobre la actividad, según destaca otro informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Se trata del nivel en el que menos reformas se registraron en materia de imposición. A nivel general, la presión tributaria local continuó creciendo en 2018, según (Iaraf).

En promedio, la suba fue de entre 0,5% y 0,75% sobre la facturación de las diferentes

actividades económicas. El trabajo consideró las principales 40 ciudades del país, tomando al

menos una por provincia. Y, por ejemplo, se observó que los niveles mínimos subieron en 25

ciudades en niveles de entre 30% y 108%.

En 2018, la mayoría de estos municipios aumentó o mantuvo igual su carga tributaria respecto de 2017. Solo hubo bajas marginales en algunos casos.

El informe analiza la estructura legal de la tasa que incide sobre la actividad económica (tiene diferentes denominaciones según el municipio; por ejemplo: tasa de seguridad e higiene; de comercio y construcción; derecho de registro e inspección). Esta tasa y la carga que pesa sobre los

inmuebles son las principales fuentes de recursos propios de las municipalidades.

En la mayoría de los municipios la tasa funciona de manera análoga a Ingresos Brutos. Es

decir: se cobra como un porcentaje de las ventas totales, netas de IVA, sin admitir deducciones

ni crédito fiscal por el impuesto pagado en etapas anteriores. Así, de acuerdo al trabajo “termina generando las mismas ineficiencias y distorsiones que el impuesto provincial”

Si a ese nivel de las jurisdicciones provinciales el tema del

peso tributario preocupa, la lógica indica que igual acento debería ponerse para reducir las

cargas municipales.

El trabajo de la consultora tuvo en cuenta las distintas formas de tributar, que van desde la

aplicación de una alícuota general hasta la utilización de montos fijos, de descuentos y

bonificaciones, de sobretasas y de montos mínimos.

En la agricultura, el 47% de las localidades mantuvo el nivel de la carga, el 28% la subió y el

25% la bajó. Con respecto a la industria, el 47% no hizo cambios, el 28% disminuyó la tasa y el

25% la incrementó. En la construcción, el 43% no modificó el nivel del cobro, el 32% subió la

tasa y el 25% la recortó.

Agricultura: Casi tres de cada diez localidades incluidas en el estudio del Iaraf incrementaron las tasas que pesan sobre esta actividad

 

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