Una dura cuesta

Por: Nina Negron

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Nina Negron

AFP

Con la economía en recesión y en medio de un severo ajuste fiscal, el presidente Mauricio Macri se enfrenta este año a la campaña por su reelección sin grandes logros que mostrar, aunque aún tiene espacio si logra una estabilización.

2018 fue para Macri el “annus horribilis”. La inflación, calculada inicialmente en 10%, cerró el año en cerca de 48%. La economía, que se había proyectado con un crecimiento de 3,5%, entró en recesión y terminará con una caída de 2,7%, según el dato más reciente del Banco Mundial.

El índice de aprobación del Presidente cayó de 66% en octubre de 2017 a 35% en diciembre pasado, de acuerdo a un sondeo de la Universidad de San Andrés.

Con esa erosión a cuestas tratará de convencer a los argentinos de que con un segundo mandato puede dejar un país estabilizado y en prosperidad.

“Creo que los argentinos elegimos el camino más extenso: el del esfuerzo, la verdad, el largo plazo, la construcción conjunta. Estamos afrontando la enorme tarea de dar vuelta a 70 años de vivir buscando el atajo”, escribió Macri en un mensaje de Año Nuevo.

Su apuesta consiste en aminorar el ritmo de la inflación, de modo de llegar con una situación aliviada a octubre, cuando se disputará la primera vuelta electoral.

Pero “Macri necesita mejorar mucho y arreglar muchas cosas”, afirmó Pablo Knopoff, director de la consultora Isonomía.

A su favor juega la división de la oposición peronista, que abarca todo el espectro político desde la derecha hasta la izquierda y a la que se le dificulta decantarse por un candidato único.

Hasta ahora hay incertidumbre sobre si postulará la ex presidenta y actual senadora Cristina Kirchner, la opositora con mayor favoritismo en las encuestas, sometida a varios juicios por corrupción.

Disputa de minorías

Por los momentos, la configuración general es la de “una disputa entre minorías. El sector de indecisos es el mayor. El que gane va a seguir siendo minoría y tendrá que negociar con alguna otra fuerza”, sostuvo el sociólogo Ricardo Rouvier.

Una encuesta de la firma Opinaia publicada esta semana da 27% de la intención de voto a Macri, 26% a Kirchner y 11% al peronista Sergio Massa. Y aún hay tiempo para que surja una opción alternativa antes de las primarias que se realizarán en agosto.

“Cristina Kirchner será un factor importante de definición”, aseguró Knopoff, quien opina que una candidatura de la ex presidenta favorecería la opción de Macri.

Según Rouvier, Kirchner podría tener más votos que Macri en primera vuelta, “pero le costaría mucho en el ballotage” pues con fuertes niveles de rechazo tendría muy escaso margen para crecer.

Macri y su alianza Cambiemos “no tienen nada que ofrecer en materia económica y social, por eso van a funcionar sobre otros ejes: la seguridad y el combate a la corrupción”, opinó Rouvier.

Sobre Cristina Kirchner pesan actualmente siete causas judiciales, de las cuales seis por presunta corrupción, que avanzarán a lo largo del año.

Propuestas para agilizar la deportación de extranjeros que delinquen y para bajar a los 15 años la edad de imputabilidad penal ya han sido puestas a debate por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuyo nombre se baraja entre las posibles compañeras de fórmula de Macri.

El factor dólar

Una inusual sequía afectó gravemente el año pasado al principal producto de exportación de Argentina, los granos. Las inversiones en letras y bonos se desplomaron y el país sufrió dos corridas cambiarias que llevaron a una fuerte depreciación de su moneda.

Macri optó entonces por un auxilio de 56.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, con el que se comprometió a un fuerte ajuste para lograr el equilibrio fiscal en 2019.

“Hay una gran incertidumbre sobre el mercado cambiario. Pese a la estabilidad alcanzada en el tipo de cambio, no está dicha aún la última palabra porque en año electoral suele haber una dolarización de activos. En Argentina, el dólar funciona como refugio”, refirió Lorenzo Sigaut, de la firma Ecolatina.

Y la eventualidad de una tercera corrida cambiaria colocaría a Argentina “en una situación muy crítica, porque ya no se podría acudir más al FMI”, que otorgó al país el mayor crédito en su historia, advirtió.

Con la previsión de una importante caída del consumo y la inversión pública, “el estancamiento es, en el mejor de los casos, la perspectiva para este año”, según Sigaut.

 

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