De la mano de una gurú japonesa, se impone el boom de ordenar el hogar

Ya sea para optimizar espacios o ganar salud mental, cada vez más platenses adoptan los consejos de Marie Kondo, cuya propuesta de una vida con más orden y menos apego acaba de desembarcar en Netflix

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Nicolás Maldonado

nmaldonado@eldia.com

Si a una ama de casa de los años cincuenta alguien le hubiera propuesto hacer un curso para ordenar su hogar, su respuesta hubiera sido probablemente una mezcla de desconcierto y estupor. Dos generaciones más tarde cuando la vida, las casas y los hábitos de consumo de las familias no son ciertamente los de entonces, esa misma propuesta no sólo no parece resultar extraña sino que ha dado lugar a un verdadero boom global.

Tras dos bestsellers y una serie documental, Marie Kondo, una japonesa de 34 años que enseña a ordenar la casa, ha logrado reunir en apenas cuatro años una legión de seguidores que reconocen haber cambiado gracias a ella tanto su hogar como su forma de vivir. Y es que “cuando ordenas tu casa, también ordenas tus asuntos y tu pasado”, sostiene la impulsora de este boom que suma cada vez más adeptos en nuestra ciudad.

Aunque el reciente estrenó en Netflix de la serie “A Ordenar”, basada en el método de Kondo, ha contribuido fuertemente a que se la conozca más, lo cierto es que hace por lo menos dos años que la llamada “gurú del orden” viene sumando popularidad en nuestro paísl. Prueba de ello es el surgimiento tanto de servicios que ofrecen la organización de casas como talleres que enseñan métodos prácticos para hacerlo y hasta figuras en las redes sociales que difunden sus propios “tips”.

¿Pero se trata sólo de otra moda pasajera o de una respuesta oportuna a una necesidad que muchas familias reconocen tener hoy? Para Agustina Ciappa, una decoradora de interiores que dicta talleres de organización, se trata un poco de las dos cosas. Desde el momento en que muchas personas viven hoy en espacios pequeños y tienen un consumo mayor que décadas atrás, cada vez son más los que toman consciencia de que “todo lo que uno tiene en su casa y no sabe dónde está, lo tiene al divino botón, ocupando tanto un lugar físico como un espacio mental”.

EL METODO KONDO

Aunque envuelto con frescura y glamour, el método de Marie Kondo -que ella misma bautizó como KonMari- es de una gran sencillez. Lo que propone básicamente es tener los objetos de la casa (desde la ropa hasta los papeles y elementos de cocina) guardados en el lugar adecuado y quedarse solamente con aquellos que uno necesita de manera cotidiana o lo hacen feliz. Nada más. Para esto propone una serie de consejos que se postulan como un camino para llenar la vida de paz e inspiración.

Entre esas recomendaciones de Kondo, una de las principales consiste en preguntarse en cada caso si uno quiere de verdad ese objeto que está por guardar, si es necesario y si nos hace feliz. Para ello recomienda arrancar ordenando la casa por lo más sencillo de desechar, que a su criterio es la ropa, siguiendo luego por papeles, libros, fotos y otras cosas que tal vez tengan una mayor carga emocional.

En su primer libro, La Magia del Orden, Kondo, recomienda guardar todos los objetos del mismo tipo en un mismo sitio, evitando dispersar los espacios de almacenamiento, guardar todo de tal forma que baste echar una ojeada para saber con qué se cuenta y, su marca distintiva, doblar la ropa en forma vertical para que no sólo ocupe menos espacio sino que uno pueda ver cada prenda disponible sin desacomodar las demás.

Así de simple en términos generales, la propuesta parece tener una gran efectividad. “De entrada me entusiasmó la propuesta de reordenar mis cosas a partir de la idea de si suman a lo cotidiano o no. Y lo que descubrí fue que ser más ordenada no sólo te saca ese estrés de sentir que algo siempre te falta sino que de ese modo podés generar ideas nuevas”, explica Mirna Leiva, una platense con dos hijos y una activa vida profesional como sommelier.

Algo parecido cuenta Laura Rómoli, una periodista que reconoce haber descubierto a Marie Kondo a partir de su serie en Netflix. “Su planteo me llamó la atención porque daba en la tecla con un problema muy mío: la acumulación. Más allá de los consejos que da para ordenar, lo que creo que más me sirvió fue empezar a plantearme qué cosas necesito realmente entre las que acumulo sin darme cuenta, y así comenzar a soltar”.

EL RETO DEL DESAPEGO

Si bien reconoce que en La Plata el servicio de organización de casas no tiene gran demanda en la actualidad, Agustina Ciappa asegura que sí lo tienen en cambio los talleres o “workshops”. “El año pasado dictamos tres y en ninguno quedaba lugar: la gente se engancha mucho porque se siente identificada con el problema que plantean el consumo desmedido y la acumulación”, dice al comentar que ese sentimiento fue de hecho lo que la condujo a ella misma a dedicarse a la organización.

“Me mudé a mi casa en 2003 apenas la terminé de construir y en 2013 tuve que desocupar uno de los cuartos que había servido de depósito para que mi hijo tuviera su propia habitación. Al abrir esa cajas que había guardado desde la mudanza descubrí que estaban llenas de papeles y agendas sin ningún valor. Había estado guardando cosas durante diez años sin preguntarme nunca para qué. Creo que es muy propio de nuestra cultura guardar cosas sólo por si las necesitamos alguna vez”, sostiene Agustina, quien reconoce que en ese sentido el “desapego crudo” que propone Marie Kondo puede resultar un reto difícil de asumir.

“Nunca había sentido que tenía un problema con la acumulación de cosas hasta que conviví con una pareja que me lo hizo notar riéndose de la colección de corchos y bolsas de nylon que tenía en un cajón. Eso me llevó a preguntarme cómo es que había llegado a ahí y me acordé que mi abuelos, que vivían en el campo y eran muy pobres, tenían una costumbre similar. Pero lo que en ellos se trataba quizás de una cuestión de supervivencia, en mi caso era un disparate sin razón”, reconoce por su parte Laura Rómoli al explicar su entusiasmo con el método KonMari.

“Desprenderse de las cosas que uno no usa más y tiene guardadas inútilmente no sólo te permite ganar espacio en tu casa, además te hace bien -reconoce Carolina De Antuen, que es profesora de inglés y mamá-. Marie Kondo dice que hay que agradecerle a cada objeto por la utilidad que nos brindó y dejar que siga su camino, ya sea tirándolo a la basura o donándolo. Parece una locura -dice- pero lo hago siempre y me hace sentir bien”.

Aunque envuelto con frescura y glamour, el método de Marie Kondo es de una gran sencillez

¿Se trata sólo de otra moda o de la respuesta a una necesidad que muchos tienen hoy?

 

 

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