Jubilados platenses se nuclean para hacer oír sus reclamos

Hablan de un deterioro en la calidad de vida de los adultos mayores, sobre todo, los que padecen dolencias crónicas

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“Hoy hay muchos pacientes afectados por distintas enfermedades crónicas que pasan por situaciones de angustia ante las dificultades para enfrentar el costo de medicamentos que aumentaron casi el doble que las jubilaciones, con problemas para conseguir turnos con determinados profesionales y para prácticas de alta complejidad. Todo esto en el marco de un deterioro general de la calidad de vida de los adultos mayores”, dice Juana Marín, una de las jubiladas que impulsaron la iniciativa de crear un sindicato de jubilados para reclamar ante organismos como Pami y la Anses.

Marín, Esther Merola y Horacio Burgos, quienes forman parte del nucleamiento, que tiene alcance nacional, explican que son muchos los platenses que se jubilaron a través de la ley de amas de casa o como autónomos “y que no cuentan con un sindicato que hoy los represente”. En ese marco, dijeron, iniciaron en diciembre los trámites para obtener la personería jurídica para el Sindicato de Trabajadores Pasivos, en el que Burgos cumple funciones de secretario, Esther Merola de delegada de la regional La Plata y Marín de vocal.

Dicen que la iniciativa surgió a partir de “un deterioro de la calidad de vida e los adultos mayores” que se expresa a través de distintas dificultades que detallan.

Uno de los principales problemas que encuentran es la dificultad que los jubilados tienen para acceder a medicamentos cuyos precios se incrementaron muy por encima de las jubilaciones y hasta del índice anual de inflación.

Mencionan, en ese sentido, a las conclusiones de un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que dice que mientras la inflación anual fue del 47,6%, la de los medicamentos más utilizados entre los adultos mayores fue del 53,24%, dato obtenido a partir del seguimiento de los 50 fármacos más usualmente consumidos por los jubilados.

Para los jubilados nucleados en el Sindicato de Trabajadores Pasivos, las consecuencias de ese incremento se notan en el día a día de muchos jubilados platenses.

“Algunos dosifican los medicamentos, los toman día por medio, con lo que cortan los tratamientos. Otros eligen tomar determinados medicamentos sí y otros no”, dice Horacio Burgos.

Y si bien ese es uno de los reclamos actuales más comunes de los adultos mayores que padecen dolencias crónicas, dista de ser el único: “también faltan profesionales de varias disciplinas, entre ellos, nefrólogos, oncólogos y fisiatras. Las esperas de turnos suelen ser muy prolongadas. Se estima que cada médico de Pami tiene un promedio de 700 pacientes”, dicen los impulsores del sindicato, que también indican que “los recortes que se produjeron en las prestaciones” y la pérdida de muchos jubilados del acceso a clínicas también complican la situación.

Los impulsores de la iniciativa hablan, además de “una degradación de la calidad de vida de los adultos mayores de la Región, que va más allá de los alimentos: “por ejemplo, el programa Pro Bienestar, para la entrega de alimentos, entregaba hasta 2015 17 productos y hoy sólo entrega 10 y de menor calidad”, explican

 

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