Gimnasia fue un cúmulo de errores y pagó caro cada falencia ante un Atlético que no le tuvo piedad
Edición Impresa | 27 de Enero de 2019 | 05:31

Por FACUNDO ACHÉ (Especial para este diario)
SAN MIGUEL DE TUCUMÁN
Era importantísimo comenzar sumando. Sin embargo, el Lobo estuvo lejos de poder hacerlo y desde el arranque mismo del partido se vio superado por un Atlético Tucumán que fue dueño absoluto del trámite y que batió al Mens Sana por 4 a 1 con goles tempraneros de Álvarez y Díaz (a los 10´ y a los 14, de penal), Cabral, a los 44´y Matos, también de penal, a los 7´del complemento. Lorenzo Faravelli descontó para los de Troglio a los 36´de la etapa inicial.
ERRORES QUE FUERON GOLES
El cruce ante el Decano comenzó mal desde el primer momento. Con Barbona generando desbordes en el costado izquierdo de una defensa que nunca estuvo sólida, los de Zielinski marcaron las diferencias claras en el trámite. Ante un Gimnasia quebrado, con mucho espacio entre sus líneas, el local se hizo un festín en los pies de un Leandro Díaz al que nunca le encontraron respuesta. Y precisamente así llegó la apertura del marcador.
El ex Lanús aprovechó los desajustes y los espacios del Tripero y luego de un grosero error de Piovi, asistió de manera magistral a Álvarez para batir a Martín Arias y evidenciar las diferencias en el marcador.
Apenas cuatro minutos más tarde, nuevamente el punta del Decano golpeó el deseo Mens Sana. Una pelota profunda sorprendió a una última línea endeble y Gonzalo Piovi, lo más flojo de la noche, lo derribó en el área. Penal, gol y panorama complicadísimo en apenas 15 minutos de juego.
A partir de allí, el Lobo continuó exhibiendo los problemas que lo llevaron a comenzar con un rápido y merecido 0-2 en contra.
Sin posibilidad de juego asociado en ataque y con mucho pelotazo buscando a los extremos como única alternativa real, los de Pedro Troglio nunca generaron peligro para los tres palos defendidos por Cristian Luchetti.
Esa fue la tónica y así parecía cerrarse el telón de un primer tiempo que fue de lo más flojo del albiazul.
Sin embargo, una fortuita pelota parada cerca del círculo central, a los 36 minutos, terminó con un rebote en los pies de Lorenzo Faravelli y el rosarino, ingresando al área, colocó el balón sobre el palo izquierdo del arquero Decano para despertar cierta esperanza para el Tripero.
Sin merecerlo y sin hacer méritos reales para descontar, la fortuna le permitió a Gimnasia conseguir un descuento vital de cara a una primera mitad completamente adversa.
Pese a esto, nuevamente otro error grosero, en este caso de Alexis Martín Arias, significó un nuevo cachetazo.
Yonathan Cabral ganó la posición luego de un tiro de esquina desde la derecha y con un cabezazo potente pero sin ubicación, encontró la complicidad del arquero albiazul para la tercera conquista local. La redonda se escabulló por entre los brazos y las piernas del guardametas visitante y el 3 a 1 le otorgó justicia a un equipo tucumano que fue muy superior a Gimnasia y que cerró la primera mitad y el partido en poco menos de 45 minutos.
NUNCA PUDO VOLVER AL JUEGO
En el inicio del complemento Troglio mandó a la cancha a Matías Gómez por Germán Guiffrey buscando una reacción. Sin embargo, un error más, pero ahora por parte del árbitro Hernán Mastrángelo, terminó por otorgarle otra chance a un Decano muy fino, que nunca perdonó al Lobo.
En apenas seis minutos, Leandro Díaz, imparable en la jornada tucumana, burló el intento de defensa de Manuel Guanini y Gonzalo Piovi en la puerta del área grande y al ingreso de la misma, se dejó caer. El magistrado, sin dudarlo, señaló el punto penal y le permitió a Mauro Matos su chance desde los 12 pasos.
El experimentado delantero no dudó y colocó la pelota a la izquierda de un Alexis Martín Arias que fue espectador de lujo de otro cachetazo a ese primer deseo de sumar puntos importantes pensando en la lucha por la zona baja. Partido 4 a 1 en menos de 10 minutos y a otra cosa.
El Lobo intentó otra vez desde la pelota parada. Con la ejecución de Lucas Licht y un primer cabezazo de Horacio Tijanovich que no llegó a empujar Guanini en el segundo palo, Gimnasia logró generar la única situación clara de un complemento que ciertamente estuvo de más.
Con el partido plenamente quebrado desde lo anímico y ahora también desde lo numérico, Troglio buscó reacción y mandó a la cancha a Gianluca Simeone por el mencionado Tijanovich, y modificó el esquema para intentar acompañar un poco más a un solitario Santiago Silva.
Pese a esto, el Lobo, inmerso en una profunda impotencia, volvió a abusar del pelotazo, no logró nunca una sociedad en ofensiva y tampoco logró volver a meterse en el partido que se llevó adelante en el Monumental José Fierro y que tuvo en el verde césped a un sólo equipo.
Fue derrota, dura y preocupante por 4 a 1 para los dirigidos por Pedro Troglio que no mostraron nada bueno ayer y que deberán cambiar la imagen de cara a un cotejo clave frente al Matador de Victoria, en el que se jugarán más de tres puntos en el Bosque, en poco menos de una semana.
DESCANSO, AUTOCRÍTICA Y ANÁLISIS
El plantel tendrá hoy jornada libre y regresará a las prácticas mañana por la mañana.
Sin embargo, llegará en la semana el momento de mucha introspección para todos los protagonistas, el DT inclusive, luego del flojo partido en general y particularmente de Gonzalo Piovi en la última línea del Mens Sana.
Ante una Superliga que sólo da tregua porque los rivales directos no logran despegar del todo, Gimnasia deberá enfocarse en sí mismo para cambiar una imagen preocupante y que dejó muchas dudas en cada uno de sus protagonistas luego de lo realizado ayer en el Jardín de la República. El tiempo no abunda y la realidad apremia.
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