Orgías y “sex toys”: una picante obra de Cate Blanchett hace desmayar a una mujer

El contenido shockeó a una espectadora mayor. La pieza que estremece Londres tiene alto voltaje erótico y fuertes escenas de violencia

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Increíble pero real: en pleno siglo XXI, cuando parece que estamos curados de espanto respecto a casi todo, una obra de teatro protagonizada por la actriz australiana Cate Blanchett en Londres provocó el desmayo de una mujer.

Y al parecer, razones no le faltaron: Blanchett, de reconocida trayectoria en el cine (trabajó en premiados filmes como “Blue Jasmine”, “Carol”, “El aviador”, “En el cielo” y “El buen alemán”), decidió volver al teatro londinense con “When We Have Sufficiently Tortured Each Other”, de Martin Crimp, en la sala Dorfman del National Theatre, una obra con fuertes escenas de sexualidad y violencia que incluye juguetes sexuales, una orgía en un auto y mucha violencia contra las mujeres.

De hecho, las funciones de preestreno ya habían el malestar de algunos espectadores, según repercutió en la prensa británica, por lo cual el Teatro Nacional vende ahora sus tickets con un “fuerte aviso” a los espectadores que decidan asistir sobre el contenido explícito de la pieza.

La obra, cuya traducción literal sería “Cuando nos hemos torturado lo suficiente”, es una versión libre y contemporánea de la novela epistolar “Pamela”, de Samuel Richardson, descrita como una suerte de “50 sombras de Grey” del siglo XVIII, en la que una criada adolescente es víctima de los abusos de su señor y tras varias vueltas de tuerca acaba casándose con él.

La propuesta de Crimp usa esa base para “romper la superficie del debate contemporáneo y explorar la naturaleza conflictiva y a menudo violenta del deseo y de los complicados y fluidos papeles que juegan hombres y mujeres”. Lo que se traduce en escenas tan impactantes como la simulación de actos sexuales por un cuarteto de actores, que culminan en violencia contra dos mujeres.

LA OBRA

Son algo más de dos horas, sin intervalo, que para algunos espectadores de los pases previos al estreno oficial resultaron insoportables; ése parece ser el propósito de la directora Katie Mitchell cuando escogió el escenario más pequeño (450 butacas) de los tres que integran el complejo del National Theatre a pesar de la previsible gran demanda de entradas.

En esa sala pequeña, una mujer mayor no pudo evitar ver con lujo de detalles una obra que, según el espectador que terminaría asistiéndola tras su desmayo, es “sexualmente explícita e increiblemente violenta desde el comienzo”.

“Es un poco demasiado, tan violenta y sexual de forma tan evidente que, si no eres de esa vida, te resulta shockeante”, afirmó ese mismo y evidentemente descontento espectador, que ayudó a la mujer que se desmayó ante tanto libertinaje.

Por supuesto, las noticias no hicieron más que despertar aún mayor interés en el regreso de Blanchett al prestigioso West End londinense: conseguir una entrada para la obra con juguetes sexuales que hizo desmayar a un espectador se ha vuelto, previsiblemente, casi imposible...

 

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