Para que siga siendo el Hospital de Niños un modelo sanitario
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2019 | 02:31

No puede menos que suscitar una repuesta favorable por parte de los pobladores de nuestra región la convocatoria por la Fundación Ludovica que el martes 8 del corriente realizará una denominada Gala Solidaria, destinada a recaudar fondos para atender al mejor desarrollo de los profesionales y equipamientos e instalaciones del Hospital de Niños de La Plata, tal como se detalló en la edición de ayer.
Según anticiparon los organizadores, el encuentro que se desarrollará en el salón ubicado en 19 entre 511 y 514 tendrá también como objetivo recaudar fondos para asegurar la sostenibilidad de la Casa Ludovica, así como el de contribuir a la promoción y concreción de actividades científicas de investigación relacionadas con la niñez, a través del Instituto de Desarrollo de Investigaciones Pediátricas (IDIP).
Con una rica historia, relacionada siempre a la prestación pública de excelencia que brindó desde su fundación, es también cierto que el Hospital de Niños platense se ha visto en los últimos años condicionado por una sucesión de necesidades y falencias en su estructura edilicia, en situaciones que afectaron a su mejor funcionamiento tales como filtraciones en sus techos, cortes de luz y otras que, en algunas ocasiones, obligaron a la suspensión de cirugías programadas, a la clausura provisoria de salas y a la aparición de fallas que afectaron a la provisión de oxígeno, entre otras.
Se trataron de situaciones coyunturales, pero incompatibles para un hospital que ha sido, que es y debe seguir siendo de verdadera vanguardia científica, rector en lo que se refiere a actuar como modelo de buenas políticas sanitarias en un área especialmente sensible, que además sirvió y sirve como trascendente centro de derivación para la Provincia y el resto del país.
Frente a esas y a diversas emergencias derivadas, a lo largo de muchas décadas, de insuficiencias presupuestarias, fueron las distintas administraciones del nosocomio, los planteles médicos y de enfermeros, los primeros en esforzarse para mantener la calidad de un servicio requerido, año tras año, por crecientes números de pacientes. Y en esas circunstancias, tan críticas en diversas oportunidades, nunca faltó el aporte de los voluntarios y de los vecinos y entidades platenses, que de ese modo consolidaron el funcionamiento del hospital.
En el marco de un notable crecimiento de las demandas relacionadas a su funcionamiento, acosado por otras circunstancias críticas como la migración de médicos hacia otros hospitales de la Región, el Hospital de Niños logró mantener un muy alto y eficaz nivel de calidad en el servicio. De allí que siempre se haya requerido, desde esta columna, que las autoridades sanitarias de turno realizaran una debida ponderación y ofrecieran respuestas presupuestarias acordes a la bondad de la prestación que brindó el establecimiento.
Está claro que incorporar, reponer y actualizar recursos tecnológicos forman parte de las obligaciones de todo centro de salud de alta complejidad, en situaciones que deben ir de la mano del mejor equipamiento humano y de un debido mantenimiento de las salas y pabellones, creándose condiciones de bioseguridad para los planteles hospitalarios y de perfecta atención para los internados, garantizándose siempre la disposición de insumos. Todo ello reclama la disponibilidad de recursos.
Es de esperar, entonces, que la solidaridad -tantas veces demostrada- de la comunidad de nuestra región acuda en ayuda del Hospital de Niños de La Plata, para que siga siendo modelo y rector sanitario.
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